Myriam Hernández y Luis Jara se ganaron hace rato el ser clásicos de la música popular chilena. Son respetados nacional e internacionalmente por sus colegas, están en su mejor momento artístico, pero la tóxica farándula chilena se ha encargado de rayarles la pintura.
Los mejores de su generación. Ambos surgieron de los semilleros de artistas de la época de oro de la TV chilena, a inicios de los años 80 del siglo XX. Fueron contemporáneos de Soledad Guerrero, Andrea Labarca, Jorge Caraciolli, Jorge Eduardo y otros artistas. Fueron los dos únicos de ese grupo que lograron consolidar carreras destacadas y de alto perfil en la industria musical después del retorno a la democracia, el traslado de “Sábados Gigantes” a Miami y el final de la era de los grandes estelares televisivos.
Respetados en la industria musical. Es bien sabido que Myriam Hernández es todo un ícono de la industria musical de habla hispana. Pudimos dimensionar su importancia con su participación como invitada del show de Karol G en el Festival de Viña del Mar 2023. Ver a “La Bichota”, una artista de alcance global, que llena estadios en todo el mundo, actuando como una auténtica “calcetinera” en su presencia, obligó al medio a tomarle el verdadero peso a su trayectoria. Respecto de Luis Jara, aunque no sea un jugador habitual en las grandes ligas de la música de habla hispana, igualmente es conocido y respetado más allá de nuestras fronteras. Muestra de ello fue su presentación en el show de Valeria Lynch, realizado en el Teatro Colón de Buenos Aires el 2015.
Myriam logró superar las barreras ideológicas. La intérprete de “Huele a Peligro” ha sido cuestionada por su postura política cercana a la derecha. Si bien se le suele sacar en cara una foto con Augusto Pinochet que data de los años 80 (cuando era una tímida artista adolescente sin el peso que tiene ahora), lo que se le cuestiona más es su apoyo explícito a la candidatura presidencial de Joaquín Lavín para las presidenciales de 1999, en donde incluso actuó en mítines de campaña. Eso le costó ser pifiada cuando cantó con una de las facciones de Inti Illimani en un evento artístico del cambio de mando del primer gobierno de Michelle Bachelet en 2006. Para más remate, su ahora ex esposo fue presidente de Evópoli. Sin embargo, esto no ha impedido que colegas suyos de marcada tendencia izquierdista y “progre”, como Mon Laferte, Cami, Javiera Mena, Los Bunkers, Los Tres y Francisca Valenzuela, la respeten profundamente como artista, hayan compartido escenario, versionado sus canciones y hasta colaborado con ella.
Un retorno a Viña marcado por un doloroso escándalo. Myriam abrirá la segunda noche de Viña 2025, en lo que será su retorno en grande después de su última vez como animadora el 2016. Este show, que tendría que ser una celebración de su carrera, se ha visto empañado por el escándalo farandulero en torno a su separación de Jorge Saint-Jean. El intento de “control de daños comunicacional” que se intentó al informar este hecho en un escueto comunicado a finales del año pasado no funcionó. Trascendieron detalles tóxicos y dolorosos en torno a este quiebre, que claramente no fue en buenos términos. El show de Myriam en Viña va a quedar marcado por su separación, y esto va a ser un “manjar” para la tóxica y sin escrúpulos industria farandulera chilena. Creo que, por calidad artística y trayectoria, Myriam no se merece esto.
Una carrera marcada por los prejuicios. Que la nariz que se operó cuando joven; que la postura hiperventilada a lo John Travolta en “Grease” y “Fiebre de Sábado por la Noche” de sus inicios que ha ido modulando con los años; que el “Rey del Pan con Mantequilla”; que su supuesto ego sobredimensionado; que su historiada entrevista con Robbie Williams; que las imágenes indiscretas tomadas en un ascensor, etc. No faltan razones para hacerle bullying a Luis Jara, y quizás por eso se le tiene menos respeto que el que merece como artista.
Visa para un sueño. El último tema por el que le han dado a Luis Jara tiene que ver con su abrupto retorno a Chile luego de años radicado en Miami. Tuvo problemas al renovar su visa de residencia pues lo acusaron de llevar a músicos a trabajar a territorio estadounidense sin los permisos correspondientes, por lo que tendría bloqueado el acceso a ese país por una década. Según transparentó Jara, se debió a una confusión pues esos músicos tocaron en un evento benéfico, por lo cual no recibieron remuneración.
Luis Jara en su mejor momento artístico. Viene de publicar su excelente álbum “Latin Swing”, un compilado de covers en formato crooner, producido por Humberto Gatica, y que muy posiblemente competirá con el MTV Unplugged de Los Bunkers en los próximos premios PULSAR y MUSA. Su elegante versión de “Tu Falta de Querer” en clave bossanova es un lujo. No resulta fácil reinventar una canción tan emblemática, y lo hizo con clase, recibiendo los elogios de la misma Mon Laferte. Viene de mandarse el show de su vida en el Festival de Olmué y de musicalizar el “In Memorian” de los Premios Caleuche. Volvió a la TV abierta chilena como jurado de “Mi Nombre Es” en TVN y con “Al Piano con Lucho” en TV +, quizás ya sin el protagonismo de su época en el 13 y en Mega, pero ya consolidado como un rostro clásico de la TV chilena.