Cuando escuchó a Los Beatles supo qué quería hacer en su vida. Y en ese deseo nació la figura excéntrica, de rostro maquillado y voz inconfundible, que brilló en los escenarios y se hizo acreedor del sobrenombre “el príncipe de las tinieblas”. John Michael Osbourne, aquel chico nacido en la ciudad inglesa de Birminghan en 1948, en el seno de una familia obrera, se convertiría entonces en el mítico Ozzy Osbourne.
“Ozzy es la personalidad pública, quien se presenta en los escenarios, es demasiado (carácter) para manejar”, explicó el artista en la conferencia virtual que dio el miércoles pasado, acompañado de Sharon, su mujer, y Jack, uno de los tres hijos de la pareja, a propósito del documental “Las nueve vidas de Ozzy Osbourne”, que el 15 de marzo se estrenará a través del canal A&E.
“Soy una persona muy consciente, me preocupa mi audiencia. Soy el hombre más afortunado del mundo en el sentido de tener esta carrera tan larga y con esta aprobación”, dijo el cantante respecto del material que recogerá las diversas etapas de sus 72 años de vida, historias narradas por el propio intérprete, pero también por familiares, amigos y compañeros musicales.
Un agradecimiento que especialmente dedica a Sharon, a quien el fundador de Black Sabbath le declara todo su amor al definir ese sentimiento con el nombre de su señora. “Haberla conocido y el haberme enamorado de ella es la mejor experiencia de toda mi vida. Eso me convirtió en otra persona y me hizo sentir que algo tuve que haber hecho bien”, explicó el vocalista, rematando la frase con un beso a su mujer.
Justamente, ha sido ella quien ha visto el tránsito que Ozzy Osbourne ha realizado en estas nueve vidas, en donde los excesos y adicciones lo llevaron incluso a ser acusado de querer asesinarla. Sin embargo, hoy, el creador del heavy metal, pasa este tiempo batallando contra el Parkinson que sufre desde hace un año, y haciéndose dignamente cargo de la edad al lucir sus canas en un pelo largo y peinado hacia atrás.
“Para mí, él es un sobreviviente. Ha vivido una vida de ‘puta madre’, tomó lo que la vida cruzó en su camino, y de todo eso se ha levantado. Es un buen hombre. No pretende ser algo diferente; lo que ven es lo que es (…) Se sobrepuso a cosas que gente en esta industria no ha podido. Teniendo proyectos de futuro, después de 52 años sigue siendo relevante y la gente aún quiere escucharlo”, dijo Sharon respecto de aquello que la hace sentirse orgullosa de su marido.
Por lo mismo, llama a no mirar con lástima su actual condición. “Ozzy no quiere la compasión de nadie, ha tenido una vida increíble. Simplemente denle un escenario y él estará feliz”.