Hace poco se divulgó un estudio científico que confirmó que todas las personas tienen un doble en alguna parte del mundo. Según sus autores, se trata de individuos que comparten variaciones de ADN relacionados con los genes que influyen en la formación de rasgos faciales.
En el caso de la recientemente fallecida reina Isabel II, su doble es bien conocida desde hace décadas: se llama Jeannette Charles y desde 1972 aprovechó su gran parecido físico con la soberana, así como sus conocimientos de actuación gracias a un paso por la Royal Academy of Dramatic Art de Londres, para iniciar una curiosa carrera cinematográfica en la que interpretó solamente a un personaje.
Por ejemplo, apareció como Isabel II en “¿Y dónde está el policía?” junto a Leslie Nielsen, en “Goldmember”, de la trilogía de Austin Powers, la parodia inspirada en Los Beatles “All You Need Is Cash”, en “National Lampoon’s European Vacation” o en “Queen Kong”, entre otras películas, principalmente comedias.
En el fondo, cada vez que en una producción había una escena donde aparecía Isabel II, se recurría a Jeannette Charles para que encarnara a la monarca, lo que le permitió participar en más de treinta películas. Eso sí, ha declarado que se preocupó de aceptar sólo aquellas propuestas que no afectaran y no fuesen ofensivas para la imagen real.
Charles, que también es británica y tiene 94 años, o sea, solamente dos menos que la reina, además ha tenido una prolífica actividad participando en series, comerciales y algunos videoclips.
“Aparecí en programas de televisión, abrí supermercados, ayudé a magos y filmé anuncios en todo el mundo. Las bandas me querían para videos musicales y repartí regalos con el músico Liberace”, recordó en una entrevista para el diario The Guardian.
Aparte del parecido físico, Charles aprovechó sus herramientas de actriz para estudiar el comportamiento de Isabel II en detalle y así interpretarla de una manera aún más creíble.
“Aunque no lo parezca, trabajé mucho y muy duro. Pasé horas perfeccionando la voz y los gestos de la reina y me mantuve al tanto de todos sus pasos”, contó.
De esta forma pudo trabajar, ganar dinero, recorrer el mundo y conocer gente, entre otros, a la propia Isabel II, quien la invitó a tomar el té al Palacio de Buckingham.
“Me agradeció que hiciera mi trabajo con respeto y yo me sentí muy honrada”, recordó.
Pero debido a una agresiva artritis, desde hace casi una década ha estado alejada de las cámaras y ahora, con la muerte de la monarca, a Jeannette Charles probablemente le llegó el retiro definitivo. Lo que sí es seguro es que debe estar despidiéndose de su soberana con algunas lágrimas.