Para algunos hay una crisis creativa en Hollywood, por eso la industria está resucitando viejos clásicos del cine y también la televisión. La temporada pasada trajo de regreso “90210”, en una nueva serie con conflictos adolescentes bastante irreales y extravagancias que sólo podrían suceder en la zona con este código postal. Hoy es el turno de otra hija de la familia Spelling, la escandalosa y noventera “Melrose Place”, una serie que durante siete temporadas llevó las pasiones y romances tormentosos a niveles insospechados, en historias truculentas, con articulados planes de seducción y personajes dispuestos a todo. Un placer para los amantes de este subgénero de la categoría drama, que incluye a antiguas producciones como “Models Inc.”, “Savannah” y las pioneras “Dallas” y “Dinastía”… ¡Y ojo, que pronto trae de regreso a Heather Locklear, quien diera vida a la malvada Amanda Woodward!…
Sin embargo, en el regreso que incluye inicialmente a dos de sus figuras anclas; Sydney Andrews (Laura Leighton) y el Dr. Michael Mancini (Thomas Calabro), algo no termina por calzar por completo. Algunos pueden pensar que es la “enchulada” del edificio, que a estas alturas sólo conserva el parecido con el anterior por la piscina al centro del complejo, y que reestructuró por completo el edificio y la distribución interior de cada uno de los departamentos; Otros dirían que lo que falla es el diseño de los nuevos personajes, levemente parecido a la plantilla original, con una pareja romántica central, un galán mujeriego y la arpía inescrupulosa (Katie Cassidy es la nueva Amanda Woodward, sólo que esta vez es bisexual)
Lo cierto es que la nueva “Melrose Place” no pasa la prueba en sus primeros capítulos por la falta de romances escandalosos, de historias y momentos que dejen con la boca abierta por lo imposible de sus situaciones, el opening con el tema central que le era tan caracteristico y, quizás lo más grave, que los dos personajes del reparto original parecen no ser los Sydney y Michael de diez años atrás.
¿Dónde está la frescura, coquetería y color de pelo de Sydney? ¿Qué pasó con la gracia y el humor del ambicioso doctor Mancini? Es como si los escritores de esta versión no hubieran visto su antecesora, ni supieran de donde vienen sus personajes, que incluye la muerte de la pelirroja en el final de la quinta temporada y que resucitó en esta versión sólo para volver a morir en el minuto cinco del primer capítulo de la historia 2.0.
Es cierto, “Melrose Place”, la original, también arrancó débil, por no decir fome, pero la serie que quedó en el inconsciente colectivo se distanció enormemente de lo que fue en su idea original y terminó convirtiéndose en un fenómeno por estos escandalosos ingredientes… Y es lo que los viudos esperábamos de vuelta.
Series como “Ugly Betty” muestran a una extrema Wilhelmina Slater (Vanessa Williams, la pareja de baile de Chayanne en “Dance with me”), capaz de extraer semen de un muerto para tener un hijo de él ¡Y ese es el tipo de cosas que ocurrían en el 4616 que ahora se extrañan! O sea la gente sigue portándose mal, sólo que en otras series…
Sin embargo en una serie para fanáticos, esto recién está partiendo, la invitación es a no tirar la toalla con el primer capítulo, ya que el segundo se tiñe levemente del tono original, y además queda la promesa de nuevos regresos de sus estandartes. Se ha anunciado el retorno al condominio de Jane Mancini (Josie Bisset), Jo Reynolds (Daphne Zuniga) y Allison Parker (Courtney Thorne-Smith), quienes a estas alturas se encontrarán con que ninguno de sus antiguos vecinos sigue viviendo ahí y es bien poco lo que tienen que aportar. Tampoco tendrán donde trabajar, ya que Shooters, D&D e incluso Kyle’s no se mencionan, pero ya veremos cómo nos sorprenden los guionistas gringos.
Lo último que supimos de ellas es que Jane había quedado embarazada de una niña, descubriendo que el padre era Michael, pero llegando a un acuerdo con su esposo Kyle (Rob Estes, actualmente en “90210”) de jamás revelar la verdad; Jo se fue con su gran amor, pero en su regreso debería buscar al hijo que dio en adopción en el transcurso de la serie y cuya mayoría de edad debería estar cumpliendo en este tiempo, pudiendo así acceder a conocerlo y decirle que es su madre biológica; y Allison después de quedarse sin pan ni pedazo, tras ser la pareja romántica emblema del condominio junto a Billy (Andrew Shue), debería regresar ya rehabilitada del alcoholismo en que, por conversaciones telefónicas con Amanda (Heather Locklear, quien comenzará a aparecer el 17 de noviembre en las emisiones norteamericanas), supimos volvió a caer.
Y cómo estas participaciones especiales deberían ser sólo figurantes en la serie para darle vuelo y finalmente dejar flotando a los nuevos inquilinos, crucemos los dedos para que estos cada vez se vuelvan más oscuros, inescrupulosos, ardientes, ambiciosos y desquiciados; y así tener pronto nuevas bombas en el edificio, muertos que sacan su mano de su fosa, embarazos y guaguas robadas, parapléjicos, ciegos, personalidad múltiple, asesinatos, cárcel y nuevas patologías psiquiátricas. Porque Melrose Place ha vuelto. Y esperamos sea a lo grande.
Desde noviembre por Sony Entertainment Television.