Qué lejanos aparecen aquellos años de gloria cuando brillaba en el cielo de Hollywood por sus papeles en las clásicas series ochenteras “Melrose Place” y “Dinastía”. Con su belleza inocente, Heather Locklear alcanzó en esos días la categoría de estrella e ícono de la década, pero el tiempo y sus adicciones han sido implacables con ella y hoy la actriz está a punto de ser internada en un centro de salud mental.
La medida dictada por un juez evitó que la actriz estadounidense 57 años de fuese sentenciada a una pena de cárcel tras haber reconocido ocho delitos menores, incluyendo seis por agresiones a la autoridad. En su reemplazo, deberá purgar 30 días de tratamiento psiquiátrico para intentar superar los serios trastornos que padece y que, al parecer, son la explicación tras las agresiones y disturbios que terminaron llevándola a enfrentar un juicio.
En 2018, por ejemplo, provocó dos incidentes por culpa, supuestamente, del abuso de sustancias. Según el portal TMZ, el primero fue en febrero del año pasado, cuando Locklear atacó primero a su novio y posteriormente a un agente de policía. El segundo ocurrió cuando, estando borracha, nuevamente agredió a un policía que acudió a su domicilio para calmar el escándalo que la actriz estaba provocando.
Quien encarnara a Amanda Woodward en “Melrose Place” lleva años intentando librarse de su adicción a los medicamentos y de superar sus desequilibrios mentales. Después de divorciarse del guitarrista de Bon Jovi, Richie Sambora, en 2006, la actriz sufrió ansiedad y depresión. En 2012 fue ingresada por mezclar alcohol y pastillas y en 2017 ingresó a una clínica de rehabilitación. Además, ha realizado varias amenazas de suicidio y en una ocasión golpeó a sus padres cuando intentaban ayudarla.
TMZ afirmó que durante el juicio Locklear asumió la responsabilidad de sus actos, buscando así obtener ayuda y superar sus problemas. En todo caso, si no se inscribiera en el tratamiento antes del 6 de septiembre, enfrentará una pena de cárcel de cuatro meses…, aunque de todos modos estará tres años bajo libertad condicional no supervisada, se encuentra impedida de poseer armas, y se le prohibió consumir alcohol y medicamentos no recetados.