Durante la transmisión de la maratón de Santiago, Fernando Solabarrieta hizo un comentario muy asertivo a propósito del admirable desempeño de Kevin Silva, quien un año después del horrible accidente que lo dejó sin piernas logró llegar a la meta. Dijo algo así como “tantas veces la televisión muestra imágenes que no son ejemplo de nada y aquí tenemos una que es un ejemplo de todo”. El histriónico relator deportivo, sin proponérselo, metió el dedo en la llaga acerca de la progresiva degradación de la calidad de la televisión chilena.
El rey indiscutido del rating es “Mundos Opuestos”, un reality en el cual se han batido los records de sensacionalismo y manipulación. Mujeres peleándose por los favores de un ex bailarín de axé, entre ellas una (Camila Nash) que le coqueteó de manera descarada mientras afuera su entonces pareja (Matías Vega) sufría al ver que le estaban poniendo los cuernos frente a todo Chile y era sujeto de un bullying inhumano por parte de la prensa de farándula. Esto se suma a otra serie de episodios (triángulo Gallego – Joche- Carvalho; las polémicas de Chispita) indudablemente efectivos en rating pero muy poco edificantes. Otro ejemplo de lo anterior es el patético espectáculo de la “cara de cuica” Daniela Aránguiz, quien insultó a una supuesta amante de su marido con un lenguaje que dejaba chiquitita a la misma Patty Cofré.
Tal parece que en la TV actual manda la “anti-meritocracia”, es decir, mientras menos méritos genuinos (talento, calidad) haya, mayores posibilidades de éxito. Da pena ver cómo tanta gente mediocre y sin más gracia que su capacidad para armar escándalos de baja monta aparezca como “modelos de éxito” y como “ejemplos a imitar”. Por ejemplo, en “Fiebre de Baile” (que más bien parecía “Fiebre de Cahüines”) terminó ganando Pamela Díaz, que no fue la que mejor bailó, amenazó con retirarse en algún momento e incluso sufrió un feo accidente en un ensayo. Pero como el ganador se decidía por votación popular, primó la popularidad y el revuelo mediático al desempeño en la pista de baile. También hay que acordarse del pasado Festival de Viña, en el cual las actuaciones de “Locomía”, “King Africa” y “El Símbolo” en “Viva Dichato” lograron equiparar en rating al gran show de “Los Bunkers” y donde “Los Atletas de la Risa” doblaron en rating a Manuel García.
Además, ciertos episodios revelan el peligroso “ombliguismo” en el que ha caído la TV chilena y al que parece estar arrastrando al público. La semana pasada, uno de los mayores íconos del cine de todos los tiempos estuvo en suelo chileno. John Travolta estuvo varios días paseando por el país, ¡¡y ningún programa de farándula se dio por enterado!! Ni SQP, ni Primer Plano, ni Intrusos, ni SAV, etc. Para ellos resultan más llamativos Tanza Varela, La Geisha, la “cara de cuica”, La Fiera y otros similares que el protagonista de “Grease”, “Fiebre de Sábado por la Noche” y “Pulp Fiction”. Eso equivaldría a que Cristiano Ronaldo visitara Chile por varios días y ningún programa deportivo le hiciera cobertura. Además, el pasado domingo 1 de abril TVN transmitió el inicio del concierto de “Foo Fighters” en el marco del Festival “Lollapalooza”. No es cualquier cosa transmitir el show en vivo de una de las bandas más importantes de los últimos años, ganadores de varios Grammys, incluyendo el de este año. Sin embargo, esto no impidió que TVN quedara en el penúltimo lugar del rating a esa hora con miserables 4 puntos.
Esto ya había pasado antes (en 1998, el debut de Melón y Melame en el Festival de Viña le ganó a la transmisión en vivo del primer concierto de U2 en Chile), y podrían darse situaciones absurdas. Hagamos un ejercicio de imaginación. Supongamos que invitaran al Festival de Viña a la gran cantante británica Adele, y que en Canal 13 pusieran a esa misma hora a la gitana Perla cantando con playback en la entrada del canal para competirle en rating. Claramente no hay punto de comparación posible en cuanto a calidad y trascendencia artística, pero no sería nada de extraño que la gitana obtuviera más rating que la voz de “Rolling in the Deep” y “Someone like you”, que Canal 13 celebrara dicha victoria con bombos y platillos…. y no faltaría el opinólogo de pacotilla que se burlaría de Adele por su sobrepeso.
Esto resulta desalentador. ¿Qué saco con invertir en espectáculos caros y de calidad, si el canal del lado muestra pura “bazofia rentable” (concepto más que acertado) más barata y que le garantiza mayor rating? Si la citada Adele hubiera nacido en Chile, habría tenido que ir a “Talento Chileno” o a “Factor X” para darse a conocer, hubiera tenido una pequeña participación en la apertura del Festival de Viña y, en el mejor de los casos, sería como Carolina Soto o el “Gitano”.