Nada más satisfactorio para un padre cuando le hereda la pasión y talento por lo que hace a sus hijos, aunque claro, ellos tienen la libertad de buscar su propio estilo. Así lo ha entendido Steven Spielberg, cuya hija Mikaela decidió seguir la senda del cine, pero no en el ámbito de la ciencia ficción, la historia o el drama. Mikaela decidió ser actriz porno.
La joven de 23 años, fue adoptada por el connotado director de cine y su mujer, Kate Capshaw, en 1996, cuando era una criatura de un mes de nacida, convirtiéndose en la sexta de los siete integrantes del clan familiar.
Con este nuevo desafío, Mikaela Spielberg pretende dejar de tener dependencia económica de sus padres, ya que aquello no la hace sentir “cómoda”, según reveló al diario The Sun, en su primera entrevista y en exclusiva al medio británico. “Quiero convertirme en una persona con los suficientes ingresos como para no estar atada financieramente”, dijo, agregando que “no pasa nada por usar mi cuerpo en un modo en el que yo me sienta cómoda para mantenerme”. A su juicio, se trata de “una elección positiva, que empodera (…) Me he dado cuenta de que no hay ninguna vergüenza en estar fascinado con esta industria y en querer hacer algo sano, seguro y de consenso”, reconociendo además que es “un animal sexual”.
La noticia de su ingreso al mundo del porno se la dio a conocer a sus padres a través de video conferencia, dado que vive hace cinco años con su novio, Chuck Pankow, de 47 años, en Nashville, Tennessee. Contó que estaba un poco nerviosa con el anuncio, pero de acuerdo a sus palabras, Spielberg y Capshaw, más que enojados, se mostraron “intrigados” por su elección. Y, para su sorpresa, la apoyaron. “Para ellos, la prioridad siempre ha sido mi seguridad”.
Durante la entrevista contó que “de niña era un poco mimada, pero responsable. Mis padres me criaron con los valores del trabajo duro y la dignidad humana. En el colegio me acosaron por mi apellido y por mi peso, pero cuando crecí, he tenido quien me ayudara”, dijo, haciendo alusión a la buena crianza de sus progenitores.
Aun así, Mikaela Spielberg explicó que su actual decisión laboral también forma parte de una suerte de terapia que se impuso para superar un doloroso pasado de abusos sexuales por parte de hombres que calificó de depredadores, aclarando eso sí, que no se trataba de amigos ni nadie de su familia. Además de ello, contó que sufrió de anorexia debido a los problemas que tiene con su imagen y que aún le producen mucho dolor. Producto de esas malas experiencias también tuvo largos episodios de alcoholismo y padece de transtorno límite de la personalidad.
En busca de su recuperación, el particular ´tratamiento´ lo anunció públicamente a principios de febrero en sus redes sociales. “He lanzado mi propia carrera, autoproducida, en el mundo del entretenimiento para adultos (…) Mi cuerpo, mi vida, mis ingresos, mis elecciones”, informó. En la industria del porno se llamará Sugar Star y en su Instagram, Valdal Princess. Inicialmente había subido unos videos a PornoHub, pero luego los bajó a la espera de su licencia de trabajadora sexual de Tennessee. Cuando lo obtenga, también espera poder trabajar en un club de striptease. Pero también se autoexigió otra condición: nada de sexo con otra persona en pantalla. Por respeto a su pareja y porque sería una “violación a sus propios límites”.