En mayo todos ponen sus ojos en Europa de una u otra forma. El Viejo Continente sigue atrayendo las miradas del resto del mundo, ya sea por política, cultura o deporte. Pero mientras muchas personas piensan en la final de la Champions League, otros, en el festival de música más visto del mundo: el Festival de la Canción de Eurovisión (Eurovision Song Contest, ESC).
Con cerca de cuarenta países participantes cada año y transmitido a diversas latitudes, Eurovisión es visto por más de ciento noventa millones de televidentes. Debido a la naturaleza universal de la música, además del fervor que genera una competencia entre diferentes banderas, Eurovisión logra entre sus fanáticos un fervor igualable a los Juegos Olímpicos o el Mundial de Fútbol; para muchos países europeos más pequeños, como Azerbaiyán o Islandia, es también la única competencia donde están en un nivel similar a países que jamás podrían derrotar en una cancha, como Alemania o España.
Este evento, que cumple sesenta años en 2015, fue creado en una época en que la música sirvió para unir a países que se habían destruido entre sí en una cruenta guerra. Hoy, cuando las heridas de la guerra ya parecen cerradas, Eurovisión sigue siendo un espacio para unir a diferentes comunidades dentro del continente. La victoria de Conchita Wurst con el tema “Rise like a Phoenix” el año pasado no sólo le entregó su segunda victoria histórica a Austria, sino que también permitió dar mayor visibilidad a la comunidad transgénero y LGBT en general. La balada de Conchita incluso fue votada por países con una cultura conservadora como las del Este de Europa, donde la homosexualidad es un tema tabú.
Eurovisión ha sido siempre una importante ventana para dar a conocer nuevos artistas y diferentes estilos musicales. Y tal como grandes voces han destacado en la historia de Eurovisión como ABBA, Céline Dion, Julio Iglesias o Raphael, otros participantes han destacado por shows exagerados y de dudosa calidad. Sin embargo, en los últimos años, Eurovisión ha dado importantes pasos para entregar una variedad de estilos musicales, más cercanos a los gustos de la mayoría de los televidentes potenciando el evento con tecnología de punta, que convierten al festival en uno de los shows televisivos de más impacto que existen en la actualidad.
Tal como en otros años, el Festival cuenta con dos semifinales, fijadas para este martes 19 y jueves 21 de mayo, a partir de las 16:00 hora de Chile. Cada una cuenta con hasta 17 participantes que competirán por los 10 cupos reservados para la Gran Final. Además, 7 países (incluyendo la local Austria) cuentan con clasificación directa. Los 27 participantes se juntarán este sábado 23 a las 16:00. Allí, tras presentar sus canciones, recibirán los resultados de cada uno de los 40 países participantes, en una votación que mezcla apoyo popular y una clasificación de un jurado especializado.
Las casas de apuestas han estado atentas, desde la etapa de la selección del artista de cada país hasta el último ensayo previo a la Gran Final. La mayoría de ellas, apuestan por una lucha estrecha entre varios países, destacando Suecia, Italia, Eslovenia y Estonia.
Suecia lleva el tema “Heroes” en la voz de Måns Zelmerlöw. Además de una potente apuesta visual que no deja indiferente a nadie, el tema es probablemente uno de los más cercanos a las tendencias musicales contemporáneas y recuerda a algunos temas de David Guetta o su compatriota Avicii.
Italia, que regresó a Eurovisión hace algunos años tras una década de ausencia, presenta al trío de veinteañeros Il Volo. “Grande Amore”, el tema con el que ganaron el tradicional Festival de Sanremo, es un tema de ópera pop en idioma italiano, que va creciendo en potencia.
Eslovenia presenta al grupo Maraaya y su tema “Here for you”. Con una propuesta moderna e innovadora y un tema difícil de borrar de la mente, este pequeño país europeo quiere hacerse con el trofeo de Eurovisión por primera vez en su historia.
Elina Born y Stig Rästa representarán a Estonia con el tema “Goodbye to yesterday”, otro de los favoritos según las casas de apuestas. El dúo presenta esta canción de amor y desamor y pretenderán transmitir dicha tensión cuando se suban al escenario del Wiener Stadthalle.
Por último, Finlandia enviará al grupo Pertti Kurikan Nimipäivät (PKN). Además de ser la única banda punk que se presenta este año en Eurovisión, PKN destaca por nacer dentro de un grupo de apoyo a personas en situación de discapacidad cognitiva (como Síndrome de Down). Mientras algunos aplauden la decisión de llevar una banda que permita generar mayor inclusión social, otros simplemente consideran que la canción “Aina mun pitää” (‘Siempre debo’ en finlandés) no cumple con los estándares de calidad.
Este año, Eurovisión quiere celebrar su aniversario de una forma especial, y para ello ha invitado a Australia a participar por primera vez en el evento. Pese a estar al otro lado del mundo, Australia tiene una larga historia de interés por el concurso y miles de personas ven su transmisión por televisión abierta durante la madrugada. La televisora australiana eligió al cantante Guy Sebastian con el tema “Tonight again” para representarlos. Esta movida canción ha permitido que el país del sur se ponga también en carrera por el trofeo y, quizás, ayudar a una incorporación definitiva del país al concurso.
Otros países que están integrándose a la batalla por el trofeo son Rusia y Noruega.
Finlandia, en tanto, envió al grupo Pertti Kurikan Nimipäivät (PKN). Además de ser la única banda punk que se presenta este año en Eurovisión, PKN destaca por nacer dentro de un grupo de apoyo a personas en situación de discapacidad cognitiva (como Síndrome de Down). Mientras algunos aplaudieron la decisión de llevar una banda que permita generar mayor inclusión social, otros simplemente consideraron que la canción “Aina mun pitää” (‘Siempre debo’ en finlandés) no cumple con los estándares de calidad. Al parecer, el público apoyó a estos últimos, ya que PKN no logró clasificar durante las semifinales.
Una de las cosas que hace más interesante a este festival es poder disfrutar de una enorme variedad de estilos musicales, que abarca desde las baladas hasta el metal, pasando por el pop, dance y folk, entre otros. Quizás puedas descubrir un nuevo artista de tu interés y termines, como lo hacen muchas personas, apoyándolo con banderas y celebrando cada vez que obtiene los gloriosos “12 points”, la máxima puntuación que pueda recibir.
Si quieres sumarte al mundo de Eurovisión, podrás ver las semifinales y la Gran Final a través del sitio www.eurovision.tv o YouTube. Además, la gran final también la podrás ver por TV Cable a través de TVE, que además contará con comentarios en vivo y en español. Si no pudiste verlo en vivo, siempre podrás revisar la página mencionada anteriormente, donde se publicarán todos los eventos una vez finalizados.
La final del 23 de mayo presenta un abanico de posibilidades aún mayor si es que vives en Santiago. En dicha ciudad habrá un evento donde se reunirán chilenos y extranjeros a disfrutar del show televisivo. Aquellos interesados en sumarse a este evento seguido por millones de espectadores a nivel mundial pueden ir al Bar Cautibar en Ñuñoa a las 15:30 con comida, tragos en promoción y mucho más.
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