En lo que supone un pequeño bálsamo para un país devastado por la invasión rusa y necesitado de buenas noticias, el triunfo de los representantes de Ucrania durante la noche de este sábado en la versión 2022 del Festival de la Canción de Eurovisión ha supuesto una gran felicidad para esa nación.
En realidad, ocurrió lo que se esperaba, porque desde un comienzo la banda ucraniana Kalush Orchestra, con su canción “Stefania”, se había situado como la favorita para imponerse en el concurso donde cada año compiten intérpretes de todos los países miembros de la Unión Europea de Radiodifusión.
Con una audiencia potencial de hasta 500 millones de personas, este certamen se dirime por un sistema donde cuentan las preferencias del público, que puede opinar a través de televotos y SMS. Fue por medio de dicho mecanismos que la mayoría de los europeos manifestaron una categórica y masiva muestra de apoyo popular a los músicos ucranianos y, por intermedio de ellos, a todo su país.
Kalush Orchestra se situó por delante de los representantes de Reino Unido y España, que completaron el podio en la ciudad de Turín, Italia.
“¡Gracias por el triunfo, Kalush Orchestra, y a todos los que votaron por nosotros!”, celebró el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, en sus redes sociales.
Además, y en una tremenda muestra de optimismo, agregó que su país hará su mejor esfuerzo para poder acoger el festival en 2023. Y no solo eso: subrayó que sería en una Mariúpol “ucraniana, libre, pacífica y reconstruida”, refiriéndose a la ciudad portuaria convertida en todo un símbolo de resistencia que Rusia, en su afán por conquistarla, destruyó casi en su totalidad.
Según BBC Mundo, la audiencia ucraniana siguió masivamente el certamen desde los televisores de sus hogares, pero no pudieron festejar el triunfo en las calles: debido a la guerra, las celebraciones están silenciadas y la mayoría de los ciudadanos deben respetar los toques impuestos en la mayoría del país.
Se trata del tercer triunfo de Ucrania desde el debut de Eurovisión, en 2003.