Este lunes Canal 13 estrenará su nueva teleserie nocturna, “La Torre de Mabel”, por lo que Fotech.cl conversó con Cristián Mason, el director, a horas del lanzamiento que trae de vuelta las producciones dramáticas nacionales a la pantalla de la estación de Luksic.
Primero que todo saber, ¿cómo está el ánimo o los nervios a días del estreno de “La Torre de Mabel”?
Después de haber tenido tantos combates en la vida, yo me mantengo tranquilo porque creo que tenemos un buen producto. Todas las otras circunstancias que puedan haber, son ajenas a uno. Yo siento que hice una muy buena teleserie, que tiene un muy buen elenco y otros temas como pantalla fría o caliente son ajenas a nosotros.
No ha sido fácil la llegada de “La Torre de Mabel” a la pantalla. Vivieron el estallido social, los retrasó la pandemia y ahora de alguna manera los golpea el tema de Luis Gnecco. ¿Todas esas situaciones resienten un poco el ánimo o ya solamente dicen “vamos para adelante”?
Desafortunadamente uno no maneja nada de las situaciones externas que pueden intervenir, ni nadie en cualquier trabajo, uno solo tiene que tratar de mejorarlos. A nosotros nos costó mucho, sí es verdad, pero yo tengo una teoría: que cuando ha costado mucho una teleserie, ha habido muchos problema o discusiones con el elenco o cualquier cosa, me ha ido bien. Como que uno se concentra más, porque son tantos los agentes externos que están en ese momento en contra, que tu tienes que estar más concentrado, preocupado y disciplinado y metido al 100% para poder realizar tu producto. Ha sido con pandemia, con tanto conflicto, pero lo logramos sacar todo adelante, pudimos grabar en pandemia, salimos del estallido social, y los problemas que hay, como director artístico, trato que no lleguen al estudio.
En medio de las grabaciones los golpeó la pandemia. ¿Cómo vivieron los cambios de tener que grabar en modo Covid-19? ¿Tuviste que realizar algunas modificaciones en tu trabajo?
Sí, influyó en el trabajo, pero creo que cuando tenemos muchas cosas en contra hace que el proceso creativo sea más interesante, porque tienes que solucionar situaciones que no preveías.
Hubo que ser más creativo, por ejemplo, si había que filmar una escena de sexo, entre comillas porque esta es una comedia entonces no hay escenas muy crudas o realistas, nos obligaba a ser más creativos, había que ser más insinuantes, recurrir a la conquista, al gesto, a la tomada de la mano, a veces eso mucho más entretenido que una escena de sexo como tal. También, a veces tuvimos que ver el tema de puestas de cámara, grabar casi como cine algunas escenas, en el momento más crítico lo hicimos muchas veces así, grabar con la cámara en una posición de los actores y luego en la otra, mientras un actor estaba sin su mascarilla y su compañero estaba con ella, como cine, y después se tenía que armar. Esos fueron los momentos más difíciles, pero igual no es algo que yo no haya hecho alguna vez en la vida, he hecho series y miniseries con esta técnica, incluso en “Pacto de Sangre” grabé algunas escenas a una cámara porque me gusta el sistema. Hubo que adaptarse.
¿Sientes que es un buen momento para poner una comedia en horario prime?
Yo creo que es necesario. Uno parte en las mañanas con noticias espantosas, es agotador, por eso mismo mucha gente buscó otras cosas en las plataformas, las series extranjeras, es cosa de mirar la serie de José Ignacio Valenzuela, “el Chascas”, que le rompió los paradigmas a Netflix, siendo más bien una teleserie seriada, porque la gente busca otras cosas. Necesitas entretenerte entre tantas complicaciones, ya andas tenso en el metro con mascarilla, con guantes, llegas a la casa y debes sacarte los zapatos, desinfectarte… ¿después ponerte a ver un triple homicidio? Creo que lo usas cuando estás más de ánimo. Pienso que es un buen momento y se agradece, las comedias no necesariamente no representan la realidad, sino que la muestran desde un punto de vista más gracioso, pero tú te reconoces a ti mismo en las crisis. Nosotros también tenemos la pandemia en la teleserie, hay problemas familiares, dramas pasionales, muchas circunstancias que son dramáticas solo que el punto de vista hace que sea diferente.
En los últimos días se reveló que José Ignacio “Chascas” Valenzuela asesoró al equipo de guionistas de “La Torre de Mabel”. ¿Cómo fue reencontrarte con un guionista al que viste nacer en TV?
Con el Chascas somos grandes amigos y cuando se estaba buscando la forma de revisar bien los guiones, fuimos los primeros en sugerir que fuera José Ignacio, yo al menos, pese a que él hace miles de cosas, es una máquina de escribir. Nosotros siempre estamos en contacto, nos hablamos por whatsApp, lo felicité por su libro, le he dado mis felicitaciones por su hija, por Anthony, su pareja, entonces nosotros nos conocemos hace muchos años. Lo bueno de esto es que él asesoró a los guionistas aparte de mí. Lo que yo hice con José Ignacio es que nosotros tuvimos largas conversaciones sobre las fortalezas y debilidades del guión o de la historia misma. Hemos trabajado mucho juntos, nos conocemos y no necesitamos decir más de dos frases y sabemos donde puede haber un problema o una fortaleza. Estos días lo he llamado y hemos conversado, pero anda como loco… que más orgulloso que yo de verlo dónde está, él llegó siendo un flacuchento de 20 años, que casi lo echan del canal porque no sabían qué hacía ahí, pero era un gallo asertivo. Lo respeto muchísimo y lo admiro enormemente, y creo que es mutuo.
En una reciente entrevista con Fotech.cl, Coca Guazzini agradeció su reencuentro como dupla cómica con Malucha Pinto, y contigo como director, recordando la época de “De Chincol a Jote”. ¿Qué sentiste al reencontrarte con ellas?
Fue buenísimo, nos encontramos varios del Chincol ahí. Son grandes comediantes, la Malucha, la Coca, Gnecco, incluso Pesutic… son muy buenos, han hecho mucha comedia en su vida. Muchos nos conocemos de la universidad, fuimos compañeros ahí, entonces se entiende claramente donde vamos a dirigir la escena, ellas me miran, escuchan una palabra o ven un gesto y están super claras. Nos conocemos, sabemos y manejamos la comedia. La Coca hace un personaje espectacular, pasa por todos los puntos, desde unos dramáticos hasta los más divertidos y la Malucha tiene un personaje que juega más desde la comedia pura. Fue fantástico encontrarme con ellas y esto no fue fortuito, nosotros las propusimos. Con Eduardo Alegría pensamos en juntarlas y así lo hicimos. Además, ni te imaginas la energía positiva que generan dentro de la pantalla como fuera de ella… uff, se agradece.
Dos años han pasado desde los últimos estrenos de teleseries en Canal 13, “Río Oscuro” y “Amor a la Catalán”, que no lograron alcanzar buenos resultados de audiencia. ¿Qué aprendieron de esa experiencia?
Desafortunadamente, mira yo no soy Canal 13 y ellos tienen su forma de querer hacer las cosas, a mí me pidieron que dirigiera la teleserie, pero mi opinión como decirles “oye, chiquillos, no sé si esto será bueno”, después de un hit nunca hay otro hit. Es muy difícil, esto no es una curva ascendente permanente. Incluso el éxito con las áreas dramáticas ha sido circular, en su tiempo Canal 13, TVN, ahora Mega, son circularidades, después va a volver otro canal porque nada es para siempre. Es importante estar siempre pensando si es bueno hacer lo mismo, si ya hicimos un tremendo thriller, será bueno algo más dramático y oscuro ¿o no será bueno cambiar un poco? “Pacto de Sangre” fue un súper hit, pero no masivo, aún así fue un súper hit. Yo no soy programador de un canal, pero tengo mucha experiencia en televisión e ido aprendiendo con los años. En “Río Oscuro” tuvimos una super buena realización y de eso yo sí me siento orgulloso, pero la historia era complicada.
Pero después de esas experiencias, por fin llegó “La Torre de Mabel”. ¿Cómo te sentiste al volver a la comedia, luego de dos trabajos con alta carga dramática como “Pacto de Sangre” y “Río Oscuro”?
Yo lo paso muy bien en las comedias, igual lo pasé fantástico en “Pacto de Sangre”, gocé como chino, pero en las comedias, piensa que he hecho tantas en mi vida: “Cerro Alegre”, “Marparaíso”, “Amor a Domicilio”… y la comedia es como la fuente principal del género del melodrama y éste principalmente es una comedia. Desde que Moya Grau comenzó en su época con “La Madrastra”, con quien trabaje como asistente de direcciones, esa teleserie tenía un tema fuerte, pero rodeado de comedia, él solo hacía personajes cómicos con Sergio Urrutia. No todo era drama, eso es un melodrama. A diferencia de una serie que puede ser oscura completa. Una comedia es como para la tele, nadie dice voy a ir a una pieza oscura a ver televisión, uno la ve en grupo, en familia, en la casa, hay elementos distractivos, no ves siempre los capítulos, de los 5 días tu ves 1.74 porque tienes que hacer otras cosas, por eso hay técnicas como que se repiten algunas situaciones, aunque ésta (“La Torre de Mabel”) es más moderna, más rápida. Me encanta la comedia, soy muy agradecido y también lo es el espectador. No tanto drama por favor, háganme reír un rato.
¿Cómo fue la experiencia de conocer a actores con los que nunca antes habías trabajado, como Paloma Moreno o Elisa Zulueta?
La Elisa Zulueta me encantaba como comediante, yo la vi en una comedia que hizo con Benjamín Vicuña en TVN (“Un Diablo con Ángel”) y me encantó como ella hacía la comedia y ahí dije que cuando hiciera una me gustaría trabajar con ella, desde ahí. Y Paloma, que la vi en su teleserie de Chilevisión (“Gemelas”) es una tremenda comediante, pero a mí lo que más me gustó que en esta etapa la comedia en ella aparecía esporádicamente porque obviamente lleva un soporte más dramático, que es la historia principal que es que le quitaban sus hijos. Entonces, es fantástico porque lo hace muy bien, cuando había que pedirle comedia lo hacía excelente y cuando se juntaban con Zulueta o con Marcial Tagle, que es otro tremendo comediante, más la Carmen Gloria Bresky, o sea imagínate si tú me dijeras que no junté comediantes aquí… comediantes, pero que también puede tocar la otra tecla y por eso me gustó.
Varias actrices han dicho que decidieron aceptar el papel en este proyecto porque tu estabas detrás de él. ¿Qué sientes ante estas declaraciones?
Me llena de orgullo y me siento muy agradecido de ello. Yo sé que la forma que me lo agradecieron fue haciendo muy bien su trabajo y eso se lo agradezco. Se metieron en sus personajes con pandemia, sin pandemia, con estallido social… teníamos que hacer nuestras escenas y fueron súper disciplinados, lo cual hace alegrarme porque el elenco por el cual yo había apostado funcionó en ese aspecto.
¿Qué te pareció volver a dirigir a Álvaro Espinoza e Ignacia Baeza, la dupla que se llevó todos los aplausos en “Pacto de Sangre”, y que ahora se reencuentra como amantes en “La Torre de Mabel”?
Álvaro es un tremendo actor y me encanta trabajar con él y ya ha hecho comedia. La Ignacia estaba aterrorizada porque nunca había hecho comedia y venía de un drama fuertísimo como fue “Pacto de Sangre”. Quizás había hecho algo en la escuela o en alguna obra de teatro, pero en televisión nunca le había tocado un rol así. Lo bueno, es que acá es una mala en la comedia, una muy buena mala y sumarle el aspecto que es una muy buena comediante y creo que ella acá los descubrió, no le fue fácil, pero se lo gozó. En un comienzo estaba aterrorizada porque no sabía los límites de la actuación, pero le dije que no se preocupara porque para eso estaba yo y el otro director, nosotros te vamos a decir hasta dónde. Fue gracioso porque encontrarse con Álvaro, pero como bien tu dices, ahora como amante, y de esas celosas, fue muy entretenido. Lo hizo muy bien la Ignacia.
¿Cómo fue reencontrarte con Mauricio Pesutic, a quien no dirigías en teleseries justamente hasta hace 30 años, desde “La Intrusa”?
Sí, 30 años. Con Mauricio fuimos compañeros en la escuela en la Católica. A él no lo veía, pero si somos compañeros de universidad y trabajamos en las teleseries de Vodanovic, yo dirigí las últimas dos teleseries de él “Secretos de Familia” y “La Intrusa”. En la primera la protagonista era la Claudia Di Girolamo y en la segunda aparece la Patricia Rivadeneira. De Mauro Pesutic, recuerdo una anécdota con él, por su culpa estuve como una semana llamado de gerencia, porque él hacía un personaje y en esa época estábamos en dictadura y su guión decía “los tanques siempre son puestos por inteligencia” y por esa frase a mí me tuvieron castigado como por una semana, así que cada vez que nos acordamos nos reímos mucho de esa situación. Pero Mauro ha hecho grandes personajes como el Chingao, si bien acá su personaje no tenía comedía, igual terminó metiéndole de ella, él siempre trataba de ponerle algo de su parte. Él es un actor muy fácil de dirigir, con una mirada, un gesto, un poquito menos, un poquito más y entiende perfectamente para donde va su personaje o la escena que quiero mostrar.
Se nota que estás contento con este trabajo…
Es que creo que hicimos un buen trabajo, en esta teleserie se me permitió meter mano al guión y la edición. La teleserie tiene un giro porque la comedia se va presentando de a poco. Hicimos una buena pega, con un muy buen elenco y sorteamos todos los escollos.