No hay muerte que no deje heridas en el corazón. Más allá de los años y las circunstancias. Un dolor que nunca cicatriza del todo, aunque la tristeza se transforme en oportunidades para recordar con cariño. El tarotista Pedro Engel sabe de ello, así como de intensos procesos de sanación personal.
Porque las pérdidas para el astrólogo han sido impactantes y marcado su vida a lo largo de los años.
El primer evento ocurrió cuando tenía 15 años: su hermano del medio, David, falleció en un accidente automovilístico la noche de su despedida de soltero.
“Fue la primera vez que vi morir a alguien”, relató Engel hace un par de meses a La Cuarta, indicando además que su hermano falleció en sus brazos y vio cómo el alma salía de su cuerpo.
Fue una experiencia que lo dejó muy impresionado. “Me di cuenta de que algo de él seguía vivo en otro espacio. Por muchos días tuve visiones de dónde estaba y cómo era el cruce hacia el otro lado (el espiritual). Me conecté con él”, reconoció el astrólogo.
Un amor para siempre
Posteriormente, la muerte volvería a ponerse en su camino: cuando el tarotista tenía 29 años, su esposa, Alicia Isak, se suicidó, dejándolo a cargo de sus cuatro pequeños hijos, que en ese entonces tenían entre siete años y dos meses de edad.
De ese terrible suceso, este 2024 se cumplirán 44 años, y no obstante el tiempo transcurrido, el astrólogo aún recuerda a su mujer, especialmente en fechas emotivas. Como la de su cumpleaños.
“Feliz cumpleaños Aly. Vives para siempre en mi corazón”, escribió el también ancestrólogo y escritor acompañando sus palabras con una imagen de su señora, aludiendo a la particular fecha que se cumplió hace unos días y que hubiera sido de celebración familiar.
Pero lejos de la carga dramática del evento, a pesar de “vivir un infierno” como el mismo tarotista ha relatado, Pedro Engel aprendió a superar su dolor y entender a la muerte como un proceso natural del ser humano.
“Me he conectado con el alma de muchos suicidas y es algo cultural”, explicó en la oportunidad al mencionado medio de comunicación, agregando que en Chile existía mucha estigmatización contra las personas que atentaban contra sus vidas.
Sobre esa decisión, reflexionó que “la gente siempre busca culpables, que se suicidó por alguien o algo… No lo veo así. No busco explicaciones. La muerte es una sola”, concluyó.