Desde su estreno, “La Memoria Infinita” ha recibido un reconocimiento tras otro, tanto de la crítica especializada, de los festivales cinematográficos y del propio público que asiste a las salas de cine: en Chile y pese a ser un documental, atrajo a más de 371 mil espectadores, transformándose en el mayor éxito de un largometraje local en varios años.
Ese recorrido triunfante marcó un nuevo hito este sábado. La película de la directora Maite Alberdi postulaba al Goya (equivalente al Oscar del cine español) en la categoría Mejor película iberoamericana compitiendo con la portuguesa “Alma viva”, la puertorriqueña “La pecera”, la argentina “Puan” y la venezolana “Simón”.
¿El resultado? Un nuevo triunfo para la conmovedora cinta que narra la historia de Augusto Góngora y Paulina Urrutia, una pareja que estuvo unida durante 25 años y que debió luchar contra los estragos que causa el Alzheimer.
Con este premio, ya son seis las ocasiones en que una película chilena se hace acreedora al Goya a la Mejor película iberoamericana, consolidando a Chile como el segundo país que más premios ha recibido en la categoría, aunque muy lejos aún de Argentina, que ostenta 19 galardones. Más atrás aparece Cuba, con 4 goyas.
Para Maite Alberdi, en tanto, significa alzarse por fin con un trofeo al que había estado nominada antes en dos ocasiones (por “La once” en 2015 y “El agente topo” en 2020), sin poder llevárselo a casa.
“Gracias, Paulina y Augusto”
Al momento de los agradecimientos durante a la 38° edición de los Premios Goya, evento que esta vez se realizó en la ciudad de Valladolid, Alberdi -acompañada de Paulina Urrutia- primero hizo mención a las aciagas semanas que se han estado viviendo en el país.
“Chile estos días ha pasado por varios días de duelo nacional”, señaló la realizadora. “A mí La memoria infinita me ha enseñado distintas formas de vivir los duelos, personales y colectivos. Este año me ha tocado ver a la Paulina presentando la película en medio de su pérdida, conversando su dolor con el público y asumiendo un duelo compartido. Creo que de la misma forma enfrentó el Alzheimer, sin esconderse, hablando del tema, visibilizándolo y asumiendo que tenía que estar en el mundo”, continuó.
Luego tuvo palabras para Augusto Góngora, fallecido en mayo de 2023. “Su marido (…) decía que la forma de reconstituir la memoria colectiva no era desde las cifras ni desde la información, sino que desde la memoria emocional. Incluso cuando perdió la memoria siempre recordó sus dolores y sus amores. La memoria histórica se construye narrando y compartiendo el dolor. Muchas gracias, Paulina y Augusto, por tantas lecciones de amor”, expresó.
Este premio se constituye en un gran antecedente de cara a la próxima ceremonia de los Oscar, cuya gala está programada para el próximo 10 de marzo. La película está nominada en la categoría Mejor documental y el Goya puede ser un gran espaldarazo en sus aspiraciones a obtener la codiciada estatuilla dorada.