Dentro de la grave crisis en la que está metido TVN, uno de los hechos más resaltantes es la progresiva salida de rostros emblemáticos del canal estatal. Los casos más notorios fueron los de Scarleth Cárdenas y Fernando Solabarrieta.
A comienzos de año, la periodista ex Reina Guachaca fue desvinculada al no acceder a la petición del nuevo Director de Prensa Alberto Luengo de renunciar al programa radial “Expreso Bio-Bio” para dedicarse full time al canal. Solabarrieta, por otro lado, dejó el canal que lo cobijó durante 22 años luego de que fracasaron las negociaciones de renovación de contrato, mientras trascendía una pelea con Luis Bonini que significó que dejara de aparecer en “Domingo de Goles”.
Esta no es la primera vez que TVN se desprende de forma incomprensible de rostros valiosos. Hace algunos años dejaron ir a Carlos Pinto, quien se aburrió de darles rating con “Mea Culpa”, “El Día Menos Pensado” y “El Cuento del Tío” en los años 90; y también salió María Eugenia Rencoret, cerebro de las grandes teleseries de TVN de la décadas de los 90 y de los 2000.
Todos sabemos que el mercado de la TV abierta en Chile es altamente competitivo, en especial en momentos en que, por obra y gracia de la TV por Cable, Internet y Netflix, la torta que se disputan los canales es cada vez menor. En ese contexto, lo que importa es el resultado inmediato, y la paciencia para sostener proyectos de mediano o largo plazo se hace cada vez más reducida. Ante esto, el margen para sostener a rostros y creativos con altos sueldos también se reduce. Muchos de ellos les dieron gloria y rating en el pasado, pero ahora se ven impotentes para dar vuelta una crisis de la cual tienen poca o ninguna culpa.
Aquí no se trata de mantener a “vacas sagradas”, es decir, profesionales que son parte del inventario del canal y a los cuales los mantienen por inercia aunque estén dando pena en pantalla. Actualmente no hay margen para “vacas sagradas” en la TV, y es bueno que así sea. Don Francisco no fue capaz de mantenerse en pantalla con “Sábado Gigante” y Antonio Vodanovic está limitado a un rol secundario como jurado. En TVN, después de la muerte de Sergio Livingstone, lo más cercano a “vacas sagradas” que van quedando son Pedro Carcuro y Santiago Pavlovic, y ni siquiera ellos tienen el puesto asegurado.
Sin embargo, los que salieron de TVN estaban muy lejos de ser “vacas sagradas”, sino que son profesionales que, a pesar de tener sus buenos años de trayectoria, son aun relativamente jóvenes y con mucho potencial por entregar. Scarleth Cárdenas era una verdadera “scout” de prensa, donde siempre apareció como rostro ancla en feriados y fines de semana, sin que se le diera la oportunidad de asumir un rol más estelar, y actualmente brilla en su programa de Radio Bio-Bio; Fernando Solabarrieta quedó asociado de por vida a las medallas olímpicas de Massú y González, era el sucesor natural de Pedro Carcuro en el relato deportivo, destacó como partner de Claudia Conserva en “El Menú” y tiene una destacada participación como conductor de “Fox Sports Radio”; y María Eugenia Rencoret desembarcó en Mega donde capitaneó la exitosa teleserie “Pituca Sin Lucas”, protagonizada por actores insignes de TVN que se fueron con ella al canal de Bethia.
Entendiendo la lógica de la competencia, el deshacerse de profesionales reconocidos y exitosos en cuanto no marcan rating se está evidenciando como una mala estrategia. Primero, porque después de casos como el de Scarleth, quedan pocas ganas de “ponerse la camiseta” del canal. ¿Qué saco con trabajar de sol a sol entregando la vida si en cualquier momento me pueden echar sin agradecérmelo como corresponde? Esto significa empleados menos comprometidos, que van a pensarla dos veces antes de hacer más de lo establecido en el contrato.
Segundo, porque eso significa desahuciar profesionales que han sido exitosos en el pasado, y que pueden volver a serlo en el futuro. Al respecto, el caso de Rencoret es evidente, como también el de Eduardo Fuentes, que fue despedido de Canal 13 a finales del 2010 a pesar de estar bien evaluado, y tuvieron de recontratarlo el 2013 después de que brillara en “Mentiras Verdaderas”, y la pléyade de profesionales desechados de otros canales que ahora gozan con las mieles el éxito en Mega, como Luis Jara, Katherine Salosny, Soledad Onetto y Alvaro Sanhueza.
Y tercero, porque muchas veces hacer apuestas y sostener programas y rostros en épocas de tormenta puede ser una mejor alternativa. Ejemplo claro de esto es MEGA, que supo sostener a “Mekano” durante años antes de que explotara con el fenómeno “Axé”, que aguantó a “Morandé con Compañía” en sus malas épocas y que hace poco se atrevió con “Las Mil y Una Noches”, abriendo las compuertas a la invasión de las teleseries otomanas.
En la crisis de TVN, los rostros son los que tienen menos responsabilidad. Las causas hay que buscarlas en ejecutivos y creativos que no han sido capaces de entender los cambios que han afectado al mercado televisivo, y que siguen tomando decisiones como si todavía estuviéramos en la época de “Viva el Lunes”. El ejemplo claro es “Buenos Días a Todos”, que ha sido incapaz de adaptarse al nuevo escenario y que, de ser el indiscutido “Matinal de Chile”, pasó a marcar ratings penosos y ser aplastado sin misericordia por “Mucho Gusto”. Ello explicaría en gran parte la reciente salida de su histórico productor Mauricio Correa.
De alguna forma, el público ha castigado a TVN por su actitud con los rostros emblemáticos. Su bajo rating casi crónico, la victoria de Solabarrieta en “Vértigo”, que la entrevista a Scarleth Cárdenas en “Mentiras Verdaderas” haya superado en rating al especial de prensa de TVN sobre el Caso Penta en Enero pasado, habla a las claras de que los televidentes que van quedando tomaron nota de esto. TVN necesita aumentar el rating, pero a lo mejor la salida a la crisis empieza por aprender a cuidar a su gente, en su mayor parte profesionales comprometidos y de gran nivel.