Durante la noche de este jueves en el último capítulo de la segunda temporada de “Aquí se Baila”, cerrando un proceso que se extendió por varios meses sumando los dos ciclos del programa, el animador se quebró al hablar de sus impresiones antes de llegar al desenlace.
Fue después de la pregunta de Francisca García-Huidobro, en torno a la energía entusiasta y emotiva del animador del espacio de baile de Canal 13, que Sergio Lagos tuvo que explicar por qué estaba así. “No tengo claro lo que pasa”, manifestó de partida, siendo aplaudido por el público y no pudiendo evitar conmoverse hasta las lágrimas
El conductor contó que antes de iniciar la gran final, tras bastidores, le pidieron que dijera unas palabras al equipo realizador. “No podía decir nada, porque han sido 58 jornadas en las que de alguna manera, logramos el propósito de la comunicación. Reunirnos, ponernos en común, comulgar con lo del otro, aprender del otro y también, dejar que el otro aprenda de uno”, expresó.
“Todos hemos cambiado en este programa. Yo era el último delantero y hoy día estoy siendo parte de una suerte de nuevo brío que tenemos en estos pasillos, en este canal”, se sinceró, asegurando sentirse alegre “por todos los que hacemos este canal, porque se dice tan livianamente que la televisión es un lugar donde maquinamos, donde estamos al servicio de supuestos intereses, pero a veces todo eso se diluye cuando los vemos a ellos (bailarines) aquí, haciendo arte público a través de la televisión abierto”
Antes de finalizar, el emocionado animador sacó al ruedo a su familia. “Con mi padre llevamos el mismo nombre, era un comunicador extraordinario y un doctor maravilloso. Cada vez que yo parto (el programa), me lo pongo encima y digo ‘vamos viejo'”, reveló con la voz entrecortada, agregando que justamente la noche anterior, estaba ayudando a su pequeño hijo León a hacer un trabajo escolar. “Nos vi ahí, a mi viejo, a él y a mí, reunidos en un abrazo, así que muchas gracias”, cerró con los ojos llorosos.