La nueva apuesta del Departamento de Prensa de Canal 13 me deja gratamente sorprendido. Con una partida limpia, Iván Valenzuela editorializa respecto al aborto terapéutico y despejó de paso mi temor de perder uno de los comunicadores de opinión más lúcidos de la televisión local.
El nuevo Tele13 tomó lo mejor de lo antiguo, como su sección de reporteros, la experiencia de edición de en un programa como Contacto, las pantallas táctiles de Réplica y una pareja de conductores que simplemente se ven con fiato en pantalla, con un lenguaje cercano que no teme interpelar al público y tutearlo, algo que no se ve en un ambiente tan acartonado como el de las noticias, el intercambio de comentarios entre Soledad Onetto y Valenzuela aporta frescura y dinamismo al noticiero.
Gráficamente el cambio es un paso adelante, aunque distrae la atención del televidente la gran cantidad de barras de texto que se desplazan, deslizan, aparecen muy rápido y un reloj con logo que no deja de moverse. La escenografía está mucho más lograda que la anterior donde sólo fue rescatado el panel de led’s que entrega información en las salidas a comerciales.
Uno de los errores que sigue cometiendo Canal 13 es el uso de efectos de sonido. En las notas de esta primera edición, balazos y “zaps, bings, zooms” le quitan seriedad a un trabajo bien logrado.
Rescatables: el compacto de la nota que viene a vuelta de comerciales, logró despertar mi interés; las siete noticias que deberíamos saber, aunque al principio parece que todo lo que deberíamos saber ya lo vimos y la separación clara entre la opinión editorial del canal y los hechos hace muy bien.