A Daniel Stingo le salió caro participar en la convención constituyente. No solo en lo emocional y por el mal resultado y evaluación que tuvo el trabajo que realizó junto al grupo de ciudadanos elegidos democráticamente para escribir la nueva Constitución de Chile -proyecto que finalmente fue rechazado-, sino también para su bolsillo y cuenta corriente.
“Cuando terminó esto no tenía trabajo, no tenía nada”, reconoció el profesional a la revista “Sábado”. “Me quedé sin plata. Incluso debí recurrir a mi padre porque no tenía ni uno”, detalló respecto de un período en el que, debido al peso de sus palabras cuando fue convencional, perdió clientes, tuvo que reducir gastos e incluso dejar la casa en la que vivía para cambiarse a un departamento que tenía en arriendo.
Amigos invisibles
Tras las revelaciones del jurista, en las que reconoció que gastó buena parte de su patrimonio en la campaña del Apruebo, motivaron a Jaime Campusano, conocido popularmente como el Profesor Campusano, a dedicarle unas palabras a través de cuenta de Twitter, instándolo a reflexionar y hacerse cargo de sus acciones.
“Daniel: sembraste vientos de odio; no te quejes por cosechar tempestades de soberbia”, escribió el docente al abogado a quien, en la calle, según el mismo comentó en la entrevista, le gritaban ‘ladrón’. “¿Dónde están ahora tus ‘amigos redactores’?”, le consultó, posteando junto a sus palabras una foto de la publicación de El Mercurio.
Daniel: sembraste vientos de odio; no te quejes por cosechar tempestades de soberbia. Dónde están ahora tus "amigos" redactores? pic.twitter.com/lelltJh74u
— Jaime Campusano (@Profecampusano) July 29, 2023