Han pasado once años desde “Scream 3“, la película que cerró la trilogía que revivió el terror adolescente y a los asesinos seriales en el cine. Es una nueva década, nuevas víctimas, nuevas reglas y un nuevo asesino. Es “Scream 4“, la secuela más esperada de los últimos años.
Todo se dio para juntar a Neve Campbell, Courteney Cox y David Arquette en Woodsboro, retomando sus personajes en una nueva Scream. Wes Craven dirige y Kevin Williamson hizo el guión lleno de referencias a la cultura pop, desde Jeffrey Dahmer hasta Glee, con citas a todas las entregas de terror de los últimos años, desde Saw hasta los interminables remakes.
“Scream 4” parte con el regreso de Sidney Presscott a Woodsboro para presentar su libro, en el que reflexiona sobre su vida como una sobreviviente. Y el horror no tarda en llegar cuando un nuevo grupo de jóvenes, comandado por Jill (Emma Roberts), prima de Sidney, comienzan a ser acosados por un nuevo asesino enmascarado.
Es una película hecha con cariño para los fanáticos de la saga, pero es entretenida para cualquier espectador, ya que atrapa desde el comienzo y no deja respirar hasta el último minuto. Los diálogos son rápidos, hay humor, terror, suspenso, drama y romance.
En una época llena de secuelas por dinero y hechas a la rápida, es bueno ver una que está bien pensada y que perfectamente puede dar pie a una nueva trilogía. Las actuaciones son de las mejores desde “Scream 2” y el casting está bien armado. Ideal para asustarse y reírse este invierno.
4 estrellitas para Scream 4. Sólo le faltó no ser tan corta. Se nota que hubo cortes en edición para hacerla más ágil. Quizás demasiados.