Han pasado 32 años desde el fallecimiento de Ramón Valdés, Don Ramón, pero su recuerdo no desaparece. La simpatía sobresaliente del personaje, la retransmisión casi continua de “El Chavo del 8” durante todos estos años y el cariño del público en Latinoamérica y más allá, explican el interés que la vida y obra del comediante mexicano sigue despertando.
De ello habló una de sus hijas con el portal argentino Teleshow. En la entrevista, Carmen Valdés profundizó nuevamente en las razones de la salida de su padre de “El Chavo”, de su relación con Chespirito, sus conflictos con Florinda Meza y la amistad estrecha que mantuvo con el resto del elenco.
“Mi papá ha traspasado el corazón de las personas, está por todos lados”, partió diciendo la hija de Ramón Valdés, para señalar después que Chespirito varias veces destacó que Don Ramón era su personaje favorito entre todos los que creó. “Él mismo reconocía el talento y ese humor que tenía tan natural”, acotó.
Entonces, ¿por qué se fue de “El Chavo”? Carmen Valdés señala a una culpable directa: Florinda Meza.
“Fue una situación un poquito… Bueno, no un poquito, muy lamentable. Eran una familia, se llevaban extraordinariamente todos, pero cuando la relación de Chespirito y Florinda Meza (Doña Florinda) es estable, oficial, ella se empieza a tomar algunas atribuciones como dirigir, decir si estaba bien como no, cortar una escena o decir ‘así no, Ramón’ o ‘haz esto’. Varios años antes de eso, Roberto le daba la libertad a mi papá -libertad apegada a su libreto porque era muy estricto y celoso de lo que él escribía-, pero dentro de ese argumento, le daba toda la libertad de improvisar. Cuando Florinda empieza a tomar esa batuta, ya no lo dejaba hacer. Empezó a hacer una presión y mi papá ya no se sintió a gusto. Entonces, dijo algo así como ‘qué pasó, qué pasó, vamos ay’, y cuando no se solucionó, ‘con permisito, dijo Monchito’ y mejor. No le gustaban los problemas, era tan apegado a eso que prefirió retirarse a tener un conflicto fuerte con Roberto o con Doña Florinda”.
Carmen Valdés también sentencia que recientes acusaciones sobre un vínculo de su padre con las drogas tuvieron como fuente a la misma actriz. “Todos sabemos que fue Florinda Meza la que dijo que mi papá tenía esos problemas”, afirmó, para volver a desmentir que haya sido así.
“Una persona que es adicta o que tiene una debilidad por algún vicio, sean drogas, alcohol, lo que fuera -ella mencionó drogas-, ¿tú crees que podría llevar ese ritmo de trabajo que tenían cuando dejaban grabados tantos programas y se iban a giras larguísimas por Centro, Sudamérica y el Caribe? ¿Tú crees que Roberto Gómez Bolaños iba a permitirlo con los compromisos que traían? Sinceramente, no sé de dónde lo sacó”, dijo.
Sobre el mismo tema agregó que en los 27 años que alcanzó a vivir con él nunca lo vio drogado. “Cuando se hacían comidas en la casa o cuando íbamos con alguien, le gustaba tomarse su copita como a cualquiera, eso ni modo. Le gustaba el cigarrito, lo hemos visto en los programas, y en las reuniones se tomaba sus traguitos, ¿por qué no? Pero de eso a lo que ella acusó a mi papá, ¡Dios mío!, fue indignante. ¿Cómo alguien se atreve a hablar de alguien ya fallecido? De alguien que no se puede levantar”.
Reconoció que en algún momento ella y sus hermanos (Don Ramón tuvo 10 hijos) pensaron tomar acciones legales contra Florinda Meza, pero lo descartaron.
“Nos llegaron llamadas de abogados ‘que te represento’, ‘que puedes sacar mucho dinero’, pero ¿sabes qué nos hizo retroceder? Vimos en todas las redes sociales y en las notas cómo los fans le contestaban y no tuvimos que hacer nada. Nos preocupaba que cambiara la manera de pensar de las personas por esa frase tan incómoda, pero no pasó así”, explicó.
En la entrevista igualmente se abordó la polémica salida de Carlos Villagrán, Quico, del programa, otro de los motivos que motivó el alejamiento de Ramón Valdés de “El Chavo”. “Cuando se rompe la situación con Carlos Villagrán, ya estaba inconforme por ciertas tensiones que no me corresponde a mí platicar, y se fue atrás de él. Va pegada una situación con la otra. Le dolió mucho porque hacían una mancuerna, como todo mundo lo reconoce, extraordinaria (…) Pero no estaba a gusto. Le causaba mucha incomodidad. Prefirió mejor estar con esa tristeza y lamentándose, que tener esa contienda. He hablado todo el tiempo de que mi papá era amoroso, lindo y precioso, pero también era gruñoncito”.
Carmen Valdés además se refirió a la estrecha cercanía que Don Ramón tuvo con sus compañeros de set, destacando que su padre y Villagrán “fueron amigos entrañables”, que Edgar Vivar (El Señor Barriga y Ñoño) quiso mucho a su papá, que amaba a María Antonieta de las Nieves (La Chilindrina) y, por cierto, a Angelines Fernández (La Bruja del 71), a quien “amaba como amiga, como persona”.
En ese sentido, evocó lo sucedido al morir Ramón Valdés, cuando Fernández llegó al velorio demudada. “Tengo el recuerdo grabadísimo en mi mente porque la vi entrando. Estaba el ataúd de mi papá cuando lo estábamos velando y estábamos sentados a un lado en una banca mi mamá, hermanos míos y yo, en la orilla. Cuando volteo, veo venir a Angelines Fernández, me paré para recibirla, pero la vi tan absorta viendo a mi papá que de veras lo entendí y ni siquiera me acerqué. Llegó al pie y permaneció por lo menos dos horas. Lo único que yo le escuchaba es: ‘Mi roro, mi roro’, muy suavecito. Estuvo ahí con un dolor, en silencio. Se le veía su cara inmensamente triste”.
Por último, consultada acerca de quién fue el verdadero Ramón Valdés, su hija respondió que “Don Ramón, el de la vida real, a pesar de que tuvo esa fama, a pesar que alcanzó a tener cantidades muy buenas de dinero, muchas posibilidades económicas, nunca se elevó del piso. Él siempre fue humilde, sencillo. Un ser hermoso”.