Luego de doce años de emisión y once apasionantes temporadas, la popular serie post apocalíptica se despidió definitivamente de las pantallas. Si no has visto el capítulo y quieres sorprenderte con el final, es mejor que no sigas leyendo este artículo.
El episodio 24 del onceavo ciclo de “The Walking Dead”, titulado “Descansa en Paz”, fue el último de la serie original. Los sobrevivientes liderados por Daryl (Norman Reedus) y Carol (Melissa McBride), debieron enfrentarse a la gobernadora Pamela Milton (Laila Robins), quien decidió encerrarse en su sector dejando a la población a su suerte.
Tras lograr que sus guardias dejaran de apoyarla, las puertas de “Las Mansiones” se abrieron y los habitantes de la Commonwealth pudieron entrar, evitando ser devorados por la horda de caminantes que llegó hasta el lugar.
Para acabar con ellos, lograron llevarlos a todos los zombies hacia ese sector con fuerte música y los hicieron explotar a todos con grandes cantidades de combustible. Por otra parte, Pamela fue acusada de traición a la comunidad y terminó presa.
Sin embargo, no todo fue positivo para los protagonistas, pues al iniciar el capítulo, Jules (Alex Sgambati) fue devorada por la horda y posteriormente Luke (Dan Fogler), su novio, murió desangrado tras la amputación de su pierna.
La muerte más triste del capítulo fue la de Rosita (Christian Serratos), quien fue mordida en la espalda por un caminante intentando salvar a Coco, su pequeña hija. El emblemático personaje de la serie logró despedirse de sus dos más cercanos, Eugene (Josh McDermitt) y el padre Gabriel (Seth Gilliam), en una emotiva escena antes de cerrar los ojos de forma definitiva.
Finalmente, hubo un paso de tiempo de un año, donde se contó que el nuevo gobernador de la Commonwealth terminó siendo Ezekiel (Khary Payton), secundado por Mercer (Michael James Shaw) y Carol; y que Daryl comenzaría un viaje buscando a Rick Grimes (Andrew Lincoln) y Michonne (Danai Gurira), tras enterarse que el primero estaba vivo.