En el último tiempo se han ido revelando diversas actitudes de actores de Hollywood que han sido etiquetadas como incorrectas en el medio. Uno de estos profesionales es un reconocido protagonista de la película “Cazafantasmas”.
A lo largo de sus cinco décadas de carrera Bill Murray ha arrastrado la fama de “actor difícil”.
Han trascendido muchos ejemplos en ese sentido. Uno de ellos ocurrió durante el rodaje de “¡Qué tal Bob!”, de 1991, cuando su coprotagonista, Richard Dreyfuss, debió soportar que le acercara el rostro para gritarle al oído, o lo tocara sin parar, sólo por el placer de verlo irritado, tal y como admitió después el propio Murray.
Por su parte, la productora de esa misma película, Laura Ziskin, relató que en una ocasión el actor la agarró en brazos para tirarla a un lago, y que en otro momento “amenazó con arrastrarme por un aparcamiento, pero se limitó a romper mis gafas de sol contra el asfalto. Estaba furiosa y ultrajada”.
Con antecedentes como esos, y en tiempos en que el mundo es mucho menos tolerante con las reacciones violentas o fuera de lugar, no es de extrañar que el protagonista de clásicos como “Los Cazafantasmas”, “El día de la marmota”, “Gran Hotel Budapest” o “Perdidos en Tokio” esté enfrentando ahora una acusación de comportamiento inapropiado ocurrida en el set de filmación de “Being Mortal”.
Según informa el sitio especializado Deadline, la producción de la película decidió suspender el rodaje de la película debido a esta denuncia. En una carta enviada al elenco y equipo técnico del proyecto se detalló que “a fines de la semana pasada, nos enteramos de una queja e inmediatamente la investigamos. Después de revisar las circunstancias, se ha decidido que la producción no puede continuar en este momento”.
“Being Mortal” fue escrita y estaba siendo dirigida por el comediante Aziz Ansari, en lo que sería su debut tras las cámaras. El reparto, aparte de Murray, también incluye a Seth Rogen. Ansari y Rogen no estárían involucrados en la denuncia, según fuentes consultadas por Deadline.
Hasta ahora no se ha revelado qué se le imputa exactamente al actor, tampoco si Murray será reemplazado y, en general, qué pasará con el rodaje del filme. La producción había programado lanzarlo en 2023, algo que ahora no está claro.
Dadas estas incógnitas, varios sitios especializados han intentado comunicarse con representantes del intérprete y de la firma que produce la película, Searchlight Pictures, para obtener más antecedentes acerca de esta situación, sin obtener respuestas.
En el caso de Murray será difícil sacarle palabra. Casi nunca asiste a eventos, apenas concede entrevistas y no tiene ni agente, representante, ni publicista. Hasta sus directores fetiche, como Wes Anderson o Sofia Coppola, deben ponerse en contacto con él a través de una línea 900, para dejar un mensaje que él quizás ni siquiera escuche. Y sí devuelve la llamada, pide que envíen el guion por fax a una tienda de su barrio.
“Recuerdo que un amigo me dijo hace años que tengo cierta reputación de ser difícil trabajando”, reconoció el actor en alguna ocasión. “Pero solo tengo esa reputación por parte de gente con la que no me gustó trabajar, o de gente que no sabía cómo trabajar. Jim (Jarmush), Wes (Anderson) y Sofia (Coppola) saben lo que es trabajar y comprenden cómo se debe tratar a las personas”, agregó.