Paul McCartney acaba de lanzar “Egypt Station”, su álbum número 17 desde la disolución de The Beatles en 1970, y para estrenar el nuevo disco realizó un show en vivo en Grand Central, mítica estación de ferrocarriles de Manhattan, en Nueva York, donde cada día transitan cientos de miles de viajeros.
Se trata de su primer trabajo en estudio desde 2013 y consta de 15 canciones, partiendo con el tema «Opening Station», el cual evoca el agitado movimiento de pasajeros que suele producirse en una estación de trenes. De ahí el escenario elegido por McCartney para mostrar al mundo su nuevo elepé, donde se presentó frente a un público cercano a 300 personas, quienes pudieron acceder a una entrada gracias a un concurso organizado por una empresa de taxis neoyorkina.
Según relata el diario español “La Vanguardia”, estos afortunados disfrutaron un concierto diseñado en formato de videoclip, con el ex Beatle situado en una suerte de altar, iluminado únicamente por luces blancas. Rodeado por ocho cámaras para una retransmisión del evento por Youtube, a lo largo de dos horas el artista fue interpretando sus nuevas composiciones junto a clásicos de The Beatles como «Can’t buy me love», «Blackbird», «Love me do y «Let it be».
Con 76 años y cabello cano, Paul McCartney demostró que quizás los años no pasan en vano, pero que, en su caso, es una leyenda del pop-rock plenamente vigente.