El comunicador, conversó con Jordi Castell en el programa “El Aperitivo” transmitido por el Instagram Live de @revista_velvet. En la entrevista habló sobre su programa “El día del Nico”, su reinvención en la pandemia y el presente de la televisión.
Nicolás Larraín fue uno de los pioneros en hacer stand up cuando empezó la pandemia, “a mí me obsesionó una cosa que vi en la pandemia, dije: hay que crear valor, hacer algo, me tiré al tiro, fui el primero, hice stand up, cobré 2.500 y era fascinante. Salió gente y reclamó (porque estaba cobrando) y a las tres semanas cuando salieron otros stands up yo les decía: reclamen, quiero ver el mismo insulto. Es un proceso de aprendizaje súper potente. Hice quince semanas ‘Chile Tuday’, se nos saturó un poco y lo congelamos, y empecé con ‘El Día del Nico’ hace algunas semanas, estoy cumpliendo mi sueño con él”.
Para Nicolás Larraín, la televisión murió hace un tiempo por el tema del rating, “el problema de la tele es mucho más grande que la pérdida de valores. Creo que la industria televisiva, manejada como una carnicería, daba todo lo mismo, daba lo mismo lo que dijeras, recordaba los matinales que en su afán del rating pasaban cualquier límite, no cuidaban su producto, te daba lo mismo, bailemos en pelota”.
Además, agrega que, “el problema de ‘CQC’ pasa por la maquinaria del rating, ponías farándula y subía el rating, ponías políticos y bajaba el rating, salía un político y la gente apagaba la tele, el rating total hogares mató, el rating total hogares es un número que te entregan de inmediato, no hay ninguna reflexión de quién lo está viendo, tomas la decisión por ese número total, eso ha matado la tele, la tele está muerta”, sentenció.