Este jueves se estrena “Pérez“, la película basada en la obra de teatro del mismo nombre, y que muestra la difícil relación entre un padre y una hija. El guión corresponde a la premiada Elisa Zulueta, la dirección está en manos de Álvaro Viguera y el elenco lo componen Luis Gnecco, Antonia Santa María y Natalia Grez, con quien tuvimos el gusto de conversar.
¿Cuándo comenzó todo con “Pérez”? ¿Cómo fue la invitación al proyecto?
Con la Elisa y la Antonia somos amigas desde la Universidad. Siempre hablábamos de que queríamos trabajar juntas. Un día la Elisa nos contó que estaba escribiendo algo con tres personajes y dos los escribía pensando en nosotras. Leímos un poco y quedamos encantadas, era todo lo que queríamos actuar. Habíamos justo planeado irnos las tres a Buenos Aires, el texto ya estaba bastante avanzado y ese viaje sirvió para animar a la Elisa a que ella misma dirigiera la obra. Costó un poco, pero finalmente, y por suerte, se convenció. Ya con la obra prácticamente terminada se reunió con Gnecco, él también se fascinó. Nos ganamos el Fondart y montamos. Fue un proceso súper orgánico y pleno, el camino se despejó solo.
Cuéntanos sobre tu personaje, ¿cómo es Marion?
Ella es la mujer de Pérez, veinte años menor, muy sensible, detallista, prolija. Tiene las mejores intenciones, pero combinado con su carácter obsesivo, es poco relajada. Siempre está o híper entusiasmada o agarra su chaqueta y se va. Nunca se imaginó el carácter que tendría Roma, la hija de Pérez. Intenta mil maneras de mantener la calma y de no desbordarse por la agresividad y la poca frontalidad del padre y la hija, pero en su interior está totalmente sobrepasada, al punto que termina explotando y haciendo explotar la situación que lleva finalmente a que Pérez y Roma, afronten en alguna medida lo que les pasa.
¿Cuáles son las diferencias que tiene la versión teatral y cinematográfica de “Pérez”?
Hay diferencias en cómo abordamos los personajes. Para la versión en cine, la Elisa elaboró un guión donde hubiera más espacio para el significado de los silencios. En esto fue fundamental la dirección y visión de Álvaro Viguera. Él nos guió para alejarnos de gestos y maneras que venían de un largo período en el teatro, para hacernos revivir cada situación. Desarrolló nuevos puntos de vista y nos sacó de la comodidad de conocer tanto la historia. Me parece que en todos los personajes el flujo interno de emociones está más oculto, lo que hace, que en contraste, sea más dramático el momento en que el espectador entiende y descubre la fragilidad de cada uno.
¿Dónde te sentiste más cómoda?
No es fácil responder eso… Pasa que en ambos formatos estuvimos rodeados de amigos y personas tremendamente generosas y talentosas. En el caso del teatro, el proceso es muy íntimo y más extendido, hay tiempo para probar más, para pulir. Y es un proceso dinámico, no porque lo hayas hecho bien mil funciones, lo harás bien la mil uno, hay que hacerlo y solo la pasión por el teatro te lleva a ese convencimiento kamikaze de entrar al escenario y dar la vida. Es muy adrenalínico. En el cine, en un segundo te juegas esa misma vida. Todo ha sido ensayado y preparado para que cuando digan “acción” tu hagas ese gesto y nos muestres esa emoción. Vivir eso es indescriptible, algo pasa con la eternidad, con el hecho de que quedará, lo cual también es muy adrenalínico. Además es muy loco actuar con tanta gente tan cerca y que se muevan. El camarógrafo, los de sonido, los técnicos, la continuista, todos hacen su propia coreografía mientras estás llorando o actuando una absoluta soledad. Es un ejercicio de concentración grupal increíble. Además con Álvaro habíamos trabajado mucho en el teatro, somos amigos hace muchos años, nos entendemos y confiamos a full. Creo que él le aportará mucho al cine. Siempre ha sido muy original para contar historias y resolverlas.
¿Qué te pareció trabajar con Luis Gnecco y Antonia Santa María?
¡¡¡Fue la raja!!! Conocer a Luis es una experiencia. Tiene mil historias, ha estado en todas las obras que uno ha admirado, es cercano, es muy divertido. Como actor es tremendo, en ambos formatos yo me he quedado atónita observándolo. Y con la Antonia, bueno yo creo que es una de las artistas que más admiro. Es humilde, meticulosa y matea. También es concreta y realista, lo cual combinado con su talento hace que esté siempre creciendo. Es para mi, el ejemplo más claro de que el trabajo dedicado hace que lo que sueñas se concrete. Sin ella, Pérez la película, no sería. Entiéndase que todos son fundamentales, pero ella es la que ha hecho que todo se haga realidad.
¿Por qué la gente tiene que ir a ver la película?
Porque es una historia simple y emotiva, donde los personajes tienen y no tienen la razón, así el público se identifica y esta identificación va variando de sujeto. La peli habla de la nueva manera en la que están compuestas las familias, donde la estructura mamá, papá e hijos, ya no es la única, si no que hay nuevas maneras de componer el núcleo y no siempre es la que más nos gusta.
¿Cuáles son tus proyectos a futuro? ¿Hay posibilidades de verte pronto en televisión?
Tengo dos proyectos en los que estoy participando desde la creación, uno está relacionado con ficción y el otro con la realidad de las personas comunes y corrientes. También estoy escribiendo una película, pero la producción comenzaría recién el otro año. Hay en cine otro proyecto en el que actuaré que se filma a mediados del próximo año. También hay 2 obras de teatro para el 2013. Y en teleseries, por ahora nada, pero es un formato que me entretiene mucho y que me encantaría retomar.
“Pérez” se estrena en las salas locales este jueves 18 de octubre. ¡No te la puedes perder!