La actriz de teatro y televisión fue la última invitada al podcast “Impacto en el Rostro”. En el espacio, conducido por el periodista Jorge Peña, recordó su paso por diversas teleseries nacionales y profundizó sobre su participación en “No Abras La Puerta”, de TVN.
Al ser consultada por la temática de esa nocturna, donde Gonzalo Valenzuela interpretó a un agresor de mujeres, María Paz Grandjean recordó que “empecé a hacer personajes demasiado chiquititos
y súper parecidos entre ellos, también. Muchas Sharones. Tenía que pedirles a los guionistas que le cambiaran el nombre. ‘Amigo, también hay más nombres'”.
“¡Es increíble cuando un hombre describe algún arquetipo femenino lo limitado que es! ¡Se pasó! Es muy pobre de mente, pero es así. Al ser superficiales las teleseries, sobre todo con los temas de maltrato hacia las mujeres, es delicado, porque se inventan personajes masculinos malos que son unos estereotipos de maldad que en verdad no existen, porque el agresor, como bien nos hemos dado cuenta ahora, está bien lejos de ser un hueón pesado, al contrario, es el más chistoso”, puntualizó.
Grandjean hizo una reflexión sobre cómo son en realidad los maltratadores de mujeres y cómo son representados en la ficción. “Yo también fui víctima de un agresor y de un depredador; es el más chistoso, el más generoso, el que te ayuda con las cosas al auto. ¡Ése es el agresor! No es un gallo malo que esté pensando maquiavélicamente. Eso es lo terrible, que el agresor tiene un círculo de impunidad terrible, a propósito de su simpatía”, sentenció.
“Piensa en los propios actores que están funados, Juan Pablo Miranda o Roberto Farías, yo pienso en ellos, conozco sus historias de abusadores. ¡Y son lo más simpáticos que hay! ¡Y me encanta como actúan! Entonces hay algo ahí, en las teleseries, que no funciona, porque la información está retorcida. El malo sin matices no existe. El abusador resulta ser el más chistoso”, finalizó.