Este fin de semana se está realizando en Santiago la convención más importante relacionada con series, cómic y animé en el Espacio Riesco. Por este motivo conversamos con la animadora oficial del evento, Lorena «Miki», quien nos habló sobre su trabajo en la Comic Con, cómo ha sido su experiencia en el periodismo como «ñoña», el bullyng y sobre «CQC».
Mki, eres la animadora oficial de la Comic Con Chile. ¿Cómo ha sido tu experiencia en esta función?
Bien, me siento como la Carola de Moras de los eventos ñoños… feliz porque ya es cuarto año que estoy con ellos y también uno ve la evolución: el escenario que había al principio en relación al gigante que tenemos ahora, también la cantidad de invitados y la gente que viene. Yo creo que es bakán, sobre todo porque ahora la Comic Con pensó en los niños, con una invitada especial para ellos y eso es muy bueno.
Este año tenemos invitados para todos los gustos…
Sí, hay de todos y eso es lo bueno, el poder darse cuenta de que todos pueden disfrutar de este evento, ahora más que en sí de comic se ha transformado en un evento de la cultura popular y que a toda la gente nos gusta. Yo creo que Netflix llegó a revolucionar todo, entonces ahora hay mucha gente que ve series que antes no tenía tiempo y eso es lo que se refleja. Hay muchas familias que vienen completas y eso a mí me gusta, que los eventos sean familiares, no que sean ‘oh, que lata, tengo que llevar a mi niño’ sino que digan ‘vamos a disfrutar todos en familia’.
Miki, partiste trabajando en “Pelotón”, pasaste por la farándula en “SQP” e “Intrusos”, ahora estás en “CQC” y animando la Comic Con. En ninguno de tus trabajos has perdido tu esencia de “periodista ñoña”. ¿Te ha costado mucho mantener tu estilo? ¿Te han pedido que cambies para algún trabajo?
Desde que estaba en la universidad los profesores me molestaban mucho por mi voz, porque decían que no servía porque era muy infantil, que mi ropa también era muy de niña y yo siempre le decía que yo no quería perder mi esencia, que si me iban a querer en algún lugar, tenía que ser como yo era, porque eso se fingir o cambiar por alguien más no me parecía, prefería incluso no ser periodista sino me querían en ningún lado y vender ropa, te juro que me daba lo mismo si eso me iba a hacer feliz. Ha sido una lucha súper difícil, porque desde que entré la gente tiene muchos prejuicios, o sea por el mismo hecho que te pintes el pelo todavía rosado las personas creen que eres tonta, que no piensas y eso yo siento que se ha ido derribando. He tratado de ser súper consecuente, hay lugares en los que incluso no he aceptado los trabajos porque me han dicho que tengo que usar escote o faldas y creo que eso no puede ser una imposición hoy en día, la ropa es lo de menos, lo importante es la esencia y ese es mi granito de arena. Yo sé que soy una don nadie pero esa es mi única lucha en la que quiero que la gente se sienta feliz, que cada uno sea lo que quiera ser mientras sea responsable. Cuando las niñas que siguen el K-Pop me dicen que después que salí en “Bienvenidos” ahora sus mamás aceptan sus gustos, eso es lo que más quiero.
De hecho gracias a ti yo acepté que mi hija hiciera cosplay, ya que me daba miedo que sus amigos la mirarán raro…
¡Si! ¡A ti te costó!… y claro, a veces no es que no quieran aceptarlo, sino que hay desconocimiento del tema, entonces yo siento que de a poquito con una entrevista, con mostrar lo que uno hace, donde yo misma sigo haciendo cosplay, pero también tengo un trabajo, estudié, porque siempre les digo ‘ya bakan si quieres hacer cosplay o youtubers, pero estudia’. Para mi hay que ser súper responsable, uno no puede perder la esencia pero tampoco tiene que ser irresponsable, y ese es el equilibrio que quiero tratar de transmitirle, sobre todo a la gente más joven que me sigue y que para mí es súper importante, que siempre se esfuercen, que intenten lograr lo que quieren pero que nunca se vendan al resto, que siempre sean ellos mismos.
Más que prejuicios, yo creo que como mamá tenemos miedo a que la gente no entienda este estilo y les hagan bullyng. ¿Viviste algo así en tu adolescencia?
Mira, a mi alguna vez más chica, sí. Recuerdo que iba en 5to, donde todos se creían más grande, piensa que tenían sólo 10 años, y yo andaba con mi mochila de Sailor Moon y me decían ‘oye, pero ya estás grande para usar eso’ o ‘cómo vas a andar con esas cosas de niñas’ y mis compañeras decían que era muy ‘cabra chica’. En un principio también lo tomé como que yo estaba mal, voy a volver a mi mochila de mezclilla, la cambié, pero me duró como una semana y mi mamá me dijo ‘Lorena, tú tienes que ser como eres y en todas partes, nada de andar cambiando por el resto’, mi mamá es súper estricta en ese sentido y para mí ha sido bakan. Y de ahí en adelante me mantuve firme y si a mí me gusta Sailor Moon ¡filo!, yo lo voy a disfrutar, sino le gusta al resto, no es problema mío. Uno tiene que vivir las etapas y ser simplemente feliz, antes que cualquier cosa. Cuando la gente te molesta es porque al final ellos no se atreven a hacer lo que tú haces, aquí las personas que hacen cosplay son súper desinhibidos, se atreven a hacer lo que quieren y yo creo que es súper entretenido atreverse a seguir jugando, aunque tenga 80 años créeme que voy a seguir vestida de Sailor Moon, feliz de la vida y el resto que se joda no más.
Lore, pasando a otro tema, eres una defensora total de los derechos femeninos. ¿Cómo ha sido trabajar en “CQC”, programa que está liderado por hombres y dónde más de alguna vez se bromea con el tema de las mujeres?
Sabes qué, yo creo que no está tan liderado por hombres, porque eso se ve afuera de la pantalla pero detrás la jefa, la big boss, es una mujer, Silvia. Hay productoras, guionistas, editoras y eso obviamente la gente no lo ve, pero las cabezas que están detrás están súper equilibradas. Siento que el programa, a lo mejor antes podía tener un tinte más machista pero creo que supo evolucionar con el tiempo y yo no estaría en un lugar donde no me sintiera cómoda. Acá lo que menos me han hecho sentir es que tengo que cambiar o decir algo, al revés, de hecho me dijeron ‘oye hiciste eso con la funa, con los gallos, que bakán’. Franzani es un macabeo con su esposa, Pablo Zuñiga también, incluso va con su esposa al programa, a ese nivel, lo mismo que Gonzalo Feito. Si te pones a analizar son todos unos macabeos, claro que se las dan de bacanes, con el traje y todo, pero es la parada porque en el fondo son todos unos manduqueados por mujeres. Además si uno quiere cambiar algo debe ser desde adentro.
Y cuando alguno de los del equipo se pega algún comentario desubicado ¿Le dicen algo?, por ejemplo lo que pasó con Feito días atrás.
Pucha, no me quiero meter tanto en ese terreno, pero creo que fue algo mal entendido. Pero claro, cuando pasa algo así uno igual les dice pero con cariño. De verdad, yo también tenía otra impresión de los chiquillos pero trabajar con ellos ha sido bakan, son súper generosos.