Para celebrar los cincuenta años del Festival de Viña del Mar, el cuerpo periodístico nacional decidió crear un verdadero Coliseo Romano en la Quinta Vergara. A falta de un monstruo, que cada año se asemeja más al público de un teatro infantil, los periodistas se empecinaron en festinar con la destrucción de un personaje: Leonardo Farkas.
Hace un par de días vimos cómo el “hombre orquesta” sube al escenario de la Quinta Vergara a dar uno de los shows más insólitos en el último tiempo. Pero el público que cada año es también más escéptico a la calidad profesional de los periodistas chilenos se pregunta: ¿fue realmente tan polémico el show de Farkas en Viña del Mar?
Estamos de acuerdo en que el show no fue el mejor que haya pasado por la Quinta Vergara, estamos de acuerdo en que quizá no es el artista con más mérito, en este momento, para pisar ese escenario y también estamos de acuerdo en que el sujeto es bastante excéntrico y da de qué hablar. Aun así, resulta extraño que teniendo alrededor de quince números musicales en un festival notoriamente mediocre, las críticas se centren en Leonardo Farkas.
Para tener algunas reseñas, durante la cobertura Francisca Merino, actriz y “opinóloga” de SQP es aplaudida, tal cual Eva Perón, por su panel al increpar a Farkas por regalar sandwiches al público de la Quinta Vergara y no libros. El equipo de Alfombra Roja realizó una nota, con mal intencionada música tétrica de fondo, para cubrir la “poco ética” fiesta que Farkas dio a la prensa. El mismo programa recoge la opinión del concejal Celis quien califica de “nefasta” la participación del millonario en Viña. La consagrada Ana Josefa Silva, en “La Segunda”, califica la presentación de Farkas como una “vergüenza ajena”, mientras noteros de Teletrece y 24 horas ponen énfasis en que al Festival de Viña se va a cantar y no tirar dgfev online casino billetes.
Tanta negatividad hacia un personaje que no ha insultado, no ha pelado, no ha atacado, ni ha dañado a nadie, es extraña. En realidad, la excentricidad de Farkas sumada a su aparente indiferencia frente a lo que se pueda decir de él, lo hace el personaje ideal para ser criticado, para dar una opinión popularmente aceptada – alimentando de paso el ego – y quizá lo más importante, ocultar las claras deficiencias de lo que sucede alrededor.
Me explayo un poco más en esos puntos: Leonardo Farkas en el tiempo que lleva en el mundo de Protect your best-data-recovery.com with remote backup to another My Cloud EX4, integrated cloud backup or local LAN/WAN backup. la farándula no se ha rebajado en lo más mínimo a confrontar a quienes lo critican, por tanto hablar de él es fácil. Tan fácil que un periodista español en el programa Alfombra Roja llegó a cruzar el límite de lo aceptado al tratar a su casino mujer como Hold oje med hjemmesiden eller tilmeld dig vores nyhedsbrev, sa far du automatisk besked, nar der er sp?ndende nyheder om nye blackjack free spil, kampagner og konkurrencer. una cabaretera. Por más que el programa se dgfev online casino excuse en que la intención era compararla con una bailarina de cabaret, lo cierto es que NADIE quiere que a su señora, polola, madre, hija o hermana se le tilde de nada parecido a una bataclana. Hay conceptos técnicos en el mundo de la moda mucho más apropiados y si no se manejan, mejor dedícarse a otra cosa.
Las acciones de Leonardo Farkas son curiosas, no todos andamos regalando billetes o productos por las calles. La gran crítica que se formula es que provoca una reacción bastante denigrante en el pueblo, que es el estirar la mano miserablemente para recibir dinero. ¿Es culpa de Leonardo Farkas? Leonardo está en su derecho a dar dinero, la forma en cómo el pueblo lo recibe escapa de sus manos. Por ahí se habló de que la gente lo que necesita es trabajo, no dinero fácil. Bueno, si usted quiere trabajo y no tiene las oportunidades diríjase donde su presidenta Michelle Bachelet, ella es la encargada de eso, no Leonardo Farkas. Lo mismo va para la señorita Merino de SQP, si usted quiere libros tenemos ministerios encargado de ello, no culpe a Farkas de la falta de cultura que no tarea de él.
Para los periodistas es simple hablar de Farkas, sus acciones son tan personales que criticarlas es algo que cualquiera puede hacer. ¿Alguien se atreve a criticar el show de Santana? ¿Alguien se atreve a criticar el show de Marc Anthony? La verdad no, porque levantar una crítica acerca de ellos implica conocer más sobre el estilo de música, sobre la estructura de un show, sobre calidad vocal, sobre interpretación musical. Es más fácil decir “no, estuvo perfecto es un ídolo, pasemos a criticar a Farkas y con ello me voy a la segura”.
Cuento corto, Farkas anuncia que se va de Chile, él seguirá disfrutando de su dinero, su salud y su familia (qué más se puede pedir) mientras las hienas periodísticas buscan carroña para avivar el próximo circo romano. ¡Cuidado Angélica Sepúlveda!