La vida de Paris Jackson no ha sido nada de fácil. Durante sus cortos 23 años la joven ha tenido que sufrir la muerte de su papá, Michael Jackson, y vivir a la sombra de él. Además, a eso hay que sumarle que, según lo que ella misma ha relatado, es víctima de un permanente ciberbullying y no cuenta con el respaldo de su familia debido a su sexualidad.
Estos temas los abordó en profundidad durante una emotiva conversación con su amiga Willow Smith en “Red Table Talk”, el programa de Facebook Watch que conduce junto a su madre, Jada Pinkett Smith.
Ambas se conocieron durante las grabaciones de la serie “Hawthorne” y comparten el hecho de haber estado expuestas al escrutinio público desde su niñez debido a la fama de sus padres (Willow también es hija de Will Smith), lo que, en el caso de Paris Jackson, le significa sufrir alucinaciones y paranoia debido al hostigamiento de los paparazzi. A raíz de ello, confesó que una forma de mantener su privacidad es pedirle a quienes la visitan que firmen un contrato de confidencialidad.
En otro de los segmentos de la entrevista, la actriz y cantante se refirió a su sexualidad. En ese sentido la hija del Rey del Pop reiteró que se reconoce como parte de la comunidad LGBTQ+, pero que esta parte de su vida es rechazada por gran parte de su familia, que no acepta que sea gay. Agregó que esta situación le provoca sufrimiento, aunque recibe el respaldo que de sus hermanos Prince y Prince Michael II.
“Ellos siempre han sido un gran apoyo. No mucha gente puede decir que tiene hermanos que los apoyan así”, comentó.
Además, puntualizó que no se siente atada a etiquetas respecto su sexualidad. “No tiene que ver con la bisexualidad”, dijo. “Para mí no tiene nada que ver con lo que hay en tus pantalones. Salí con un hombre que tenía vagina”, reveló.
Paris igualmente abordó los comentarios agresivos que suele recibir desde las redes sociales, cuando Willow Smith mostró un video de Instagram donde ella aparecía llorando a causa de la violencia de la que es víctima por parte de los haters.
Adicionalmente, recordó que tras la muerte de su padre en junio de 2009, se fue a vivir con su abuela, Katherine Jackson, y tuvo que crecer en un entorno vinculado a los Testigos de Jehová.
“Era muy joven y no tenía muy claro cómo tenía que seguir adelante, a qué aferrarme. Debí atravesar distintas emociones y no entendía muy bien qué estaba pasando, decía lo que me decían que dijera, hacía lo que me decían que hiciera”, relató, añadiendo que esas situaciones le provocaron un trastorno de estrés postraumático que a veces le provocan alucinaciones auditivas con clics de las cámaras y paranoia severa.
“Puedo oír el crujir de una bolsa de basura y estremecerme de pánico. Por eso he estado yendo a terapia”, explicó.
Como si fuese poco, también habló acerca de sus múltiples intentos de suicidio cuando era adolescente. “Hablé mucho de esto con mis amistades. Muchas personas se arrepienten a último momento, hubo veces que sentí eso y otras no, hubo veces que me enojé por no haberlo logrado. Pero hoy, muchos años después, estoy feliz de no haber tenido éxito, porque las cosas han mejorado”, reconoció.
