El 28 de octubre el mundo quedó en shock cuando se conoció la muerte de Matthew Perry en su casa de Los Ángeles, California. Desde entonces se especuló mucho acerca de las causas de su fallecimiento, centrándose las teorías en el conocido historial de abusos con sustancias y el alcohol del querido intérprete de Chandler Bing en la serie “Friends”.
Sin embargo, él y sus cercanos aseguraban que había logrado superar sus adicciones y se encontraba “limpio”. Se asegura, incluso, que la estrella de televisión había logrado mantenerse sobria durante 19 meses antes de su deceso.
Pero la reciente difusión de los resultados de la autopsia practicada al actor desmienten que Perry haya estado completamente alejado de las drogas. Es más, de hecho falleció debido al consumo de un estupefaciente.
Un accidente
Según la Oficina del Médico Forense de Los Ángeles, “la causa de la muerte del actor Matthew Langford Perry, de 54 años, fueron los efectos agudos de la ketamina”.
El informe toxicológico detalla que, además, en su cuerpo se encontró buprenorfina, una droga que se usa para tratar la adicción a los opioides.
Aclara, en todo caso, que el deceso fue accidental, dejando fuera de toda duda la posibilidad de un suicidio.
“Los factores que contribuyeron a la muerte de Perry incluyen ahogamiento, enfermedad de las arterias coronarias y los efectos de la buprenorfina (utilizada para tratar el trastorno por consumo de opioides). La forma de muerte es accidente”, puntualizaron los forenses.
El documento también indica que no se encontraron rastros de alcohol, metanfetamina, cocaína, heroína o fentanilo.
Terapia por depresión y ansiedad
Respecto a la ketamina, se trata de una droga utilizada en ciertos casos para tratar la depresión. De acuerdo con el informe forense, el popular actor había estado recibiendo una terapia de infusión de esta sustancia para tratar “depresión y ansiedad”.
Agregó que, si bien la ketamina es un anestésico disociativo que se utiliza con fines médicos o quirúrgicos, la gente a menudo la utiliza indebidamente con fines recreativos por sus “efectos alucinatorios de corta duración”.
No obstante, no señala explícitamente que Perry haya abusado de esta droga o que la haya obtenido ilegalmente.