A pesar de los meses transcurridos, la tragedia de Juan Fernández es una herida que aún no termina de sanar en el alma nacional. Los emocionantes homenajes a Felipe Camiroaga y a los otros 20 mártires en la Teletón y en la entrega de los Copihues de Oro son una demostración de ello. En particular, el “Halcón de Chicureo” se está transformado en una leyenda, en nuestro criollo “James Dean”. Y todavía queda el homenaje del próximo Festival de Viña y su aparición en la película de Stefan Kramer.
Resultaba imposible pensar que el tratamiento mediático del tema iba a acabar con el funeral de Camiroaga. En el “Buenos Días a Todos”, por razones obvias (perdieron al animador, al reportero estrella y a tres integrantes del equipo), el tema ha estado siempre presente. El cariño y solidaridad que se generó en torno al programa ha permitido que el matinal de TVN se reafirme en el 1º lugar en un momento en que “Bienvenidos”, “Gente como Uno”, “Mucho Gusto” y “Pollo en Conserva” (posteriormente “Mañaneros”) le estaban empezando a hacer collera. Resulta muy difícil definir el límite entre el tratamiento natural del tema y el aprovechamiento con el fin de ganar rating. Un ejemplo de esto se dio cuando se empezó con el tema de las supuestas apariciones del espíritu de Camiroaga en las instalaciones de TVN. Si bien el tema empezó en el propio BDAT, cuando en La Red profundizó en el asunto y lograron atraer audiencia, la gente del matinal de TVN reclamó pidiendo que dejaran en paz a Felipe. ¿Hubieran dicho algo si “Mañaneros” no hubiera logrado rating? Además, Camiroaga observó desde la eternidad cómo la justicia condenó a Italo Passalacqua a una onerosa multa por declaraciones suyas en torno a la supuesta homosexualidad de uno de sus hermanos. Un hecho que reafirma la decadencia del otrora temido crítico de espectáculos, y que lo deja en el peor de los mundos posibles, en conflicto con una (a estas alturas) leyenda nacional como Camiroaga.
Más interesante aún ha sido la investigación periodística en torno a las causas de la tragedia. En ese sentido, cabe destacar el reportaje especial “Juan Fernández: una cadena de errores”, del programa “Cadena Nacional” de Vía X, en el cual Humberto Sichel, al más puro estilo de Michael Moore o Jorge Lanata, analizó diversos aspectos de la tragedia, dejando fuertemente instalada la idea de que, tal como reza el título, la tragedia fue causada por una cadena de errores, por no decir de negligencias. Un trabajo digno de “Informe Especial” o “Contacto”, pero que resulta notable viniendo de un canal de TV por cable. TVN, además del notable trabajo de su departamento de prensa durante la tragedia, ha avanzado en la investigación de las causas, sacando a la palestra asuntos como el mal rendimiento académico del teniente Mallea. Me parece una gran noticia que el medio periodístico haya logrado sacudirse de la gran carga emotiva de esta tragedia y esté poniendo su atención en la investigación seria y rigurosa.
Creo que este tema da para mucho más, tanto en lo mediático como en lo periodístico. Creo que vamos a ver homenajes y recuerdos al menos hasta el primer aniversario del accidente. Y respecto a lo de las causas, creo que es necesario insistir en la investigación de las causas. En ningún momento me he tragado eso de que esto no fue más que un infortunio. Hay demasiadas señales que indican que en esto hubo dejación y negligencia de la FACH, y que dicha institución parece estar interesada en que no se profundice, quizás intuyendo en las consecuencias que tendría para su imagen el que se comprobaran sus responsabilidades. Me atrevería a decir que esto daría incluso para una película de esas sobre conspiraciones, al estilo de “JFK” de Oliver Stone.