Hace tan solo unos días, la brasileña recibió una ola de críticas luego de que su amigo Bruno Zaretti publicara su primera imagen tras el brutal accidente que protagonizó con el modelo hace una semana en Providencia que la dejó con una fractura de clavícula y algunas quemaduras.
En ella, Julia Fernández aparecía sonriendo frente a la cámara, lo que le valió el repudio absoluto en redes sociales. Es que muchos no aguantaron verla en ese estado, mientras Ignacio Lastra tenía más del 85% del cuerpo quemado y se enfrentaba a una dura recuperación.
Ante todo esto, este viernes la ex participante de “Doble Tentación” quiso salir al paso de los comentarios y a través de una publicación en su Instagram quiso dirigirse a todos.
“Sí, la neumonía está en mi pulmón izquierdo y me hace sentir el sabor de la sangre diariamente en mi boca. Sí, el hueso de mi clavícula que ya hace una semana que no se opera parece que va a romper mi piel. Sí, mis rodillas están quemadas. Sí, mi mano está con la carne expuesta… Síiii chicos, yo sonreí para una foto. Sonrío a cada doctor y doctora que entra, despierto sonriendo a mi madre porque siento motivos para sonreír y sé que Nacho me quiere ver fuerte y feliz para él”, escribió.
Luego agregó que “sonreí con la primera vez que caminé, sonreí con la oportunidad de vida que Dios me regaló a mí y a Nacho, sonrío por cada buena noticia a respecto de Nacho, por más simple que sea “una gota de agua llena el océano”. Una buena noticia, es una buena noticia. Sonríe y sonrío en todas las fotos y videos que mando diariamente a Ignacio, con relatos de todas las cosas lindas que yo puedo ver en el día, como el color de los pájaros que vuelan por mi ventana, con el del cielo y las cosas lindas que cada persona habla de él. Sonreí porque no estoy sola en mis oraciones, sonreí porque la vida sonrió para mí y para él. Está enfermo, pero está vivo, perdón por mi optimismo, perdón por transformar el dolor en fe y esperanzas, no imagine que les molestaría tanto”.
“No sabía que la foto se iba a filtrar pero juro que pensé que iban a sonreír conmigo. Pero si quieren saber: no me importa sus malas vibras y poca fe, porque estamos vivos y mejorando. Nacho y yo somos un milagro, una nueva oportunidad de vida. Nunca imaginé tener un motivo tan hermoso para sonreír y agradecer a Dios. Yo soy una amazona, de donde vengo es difícil vivir y mi abuelo me enseñó: “El sufrimiento es pasajero, desistir es para siempre”. Yo también estoy sufriendo, yo también lloro, yo también tengo miedo pero son sentimientos que guardo en mi fortaleza. Los dejo con una sonrisa como Nacho le gustaría verme y una frase: “SIEMPRE QUEDA UN POCO DE PERFUME EN LAS MANOS QUE OFRECEN FLORES”, concluyó.