El nuevo reality de Canal 13 está en pleno proceso de producción. Por lo mismo, los nombres de sus participantes ya no son un misterio. Y uno que llama la atención, es el de la influencer Fernanda Valenzuela, más conocida como «la Chilota«.
Proveniente de Quellón, en la punta sur de Chiloé, lo que da origen a su sobrenombre, la joven de 22 años tiene muy poco del estereotipo de la chica sureña.
Trabajando como guardia de seguridad en una pesquera su vida cambió. “Veía por YouTube los realities de Diego González, pero encontraba que ninguna mina era chistosa. Entonces cuando hizo un nuevo llamado para casting, me hice un video con un filtro de Instagram y postulé”, narra.
Tras quedar en ese programa, Fernanda descubrió que eso era lo que ella quería hacer y así se convirtió en creadora de contenido y en incipiente chica reality.
Su ingreso a «Mundos Opuestos 3»
Ahora, Fernanda Valenzuela será parte de otro reality, el de Canal 13. “Cuando partí en el programa anterior mi papá me decía que cómo iba a entrar a ese reality de flaites. Pero ahora me apoya, y yo creo que cuando me vea en ‘Mundos Opuestos’ va a ser como cumplir un sueño para ellos, y también para mí”, asevera.
Consultada por su personalidad, “Chilota” indica que tiene un referente claro: “Me gustaría ser como era Rubí en ‘Volverías Con tu Ex’, porque me hacía reír mucho. A mí no me interesa hacerme la bonita ni nada, sólo quiero hacer reír y juntarme con pura gente buena para el leseo”.
Eso sí, tiene claro lo que no le gusta. “Me cargan las injusticias. Si alguien está haciendo algo que no me gusta, me meto a defender a quien deba, aunque esa persona no me caiga bien. Por ejemplo, cuando veía a la Oriana meterse con el físico de las minas, yo me habría metido”, sostiene.
Y aunque dice no sentirse preparada físicamente para la competencia, cree que podrá aguantar bien vivir en el pasado, sin comodidades. “Estuve muchos años en scout y pasé por la experiencia de dormir en el suelo, no poder bañarme, así que sé lo que se siente vivir en el pasado”, asegura.
