Han surgido en la TV chilena (tanto abierta como pagada) algunos programas que, sin ser noticiarios, se analiza la contingencia. Ya no nos tenemos que contentar con los ya clásicos “Tolerancia Cero” y “Estado Nacional”. Ahora tenemos: “Mentiras Verdaderas” y “Los Parisi” en La Red; “Vía Pública” en 24H, “Cadena Nacional” en Vía X y “Demasiado Tarde” en Vive Deportes, además de los Lates (“Sin Dios Ni Late”, “Síganme Los Buenos” y “En Pauta”). Incluso, en programas otrora 100% superficiales como “Así Somos” se empiezan a tocar la contingencia seria de manera interesante.
En estos programas, en especial en los de canales abiertos “chicos” o en los de cable, se nota mayor desenfado en el tratamiento de los temas, lo cual recuerda proyectos como “Pantalla Abierta” o “El termómetro”, que hace una década atrás se atrevieron a tratar los temas de esa manera. Han existido logros notables, como los de “Cadena Nacional” con sus reportajes especiales y la asociación con CIPER Chile. Ha habido progresos, no cabe duda, pero aún me queda la sensación de que se puede hacer más.
¿Cuál podría ser un buen referente para saber a lo que podríamos aspirar? Como en tantos otros rubros, resulta interesante mirar al otro lado de la cordillera, en particular al programa “Periodismo Para Todos” (PPT), de canal 13 de Argentina, el nuevo proyecto del inefable Jorge Lanata (se pueden ver los capítulos anteriores en http://www.eltrecetv.com.ar/programa/periodismo-para-todos/periodismo-para-todos)
Creador de periódicos (“Página 12”, “Crítica”), documentales de gran nivel (“Deuda”, “BRIC”, que le valieron el apodo del “Michael Moore argentino”), libros (“Argentinos”) y programas de TV (“Día D”, “Detrás de las Noticias” y “Después de Todo”), Lanata se ha constituido en un verdadero referente del periodismo de contingencia. Es un tipo sin pelos en la lengua, maestro consumado en el arte de la ironía y el sarcasmo, y que es capaz de darle a los poderosos sin asco, lo que online casino le ha valido persecuciones y censuras en su país. Sin embargo, a pesar de que de repente usa palabras fuertes, no es grosero ni vulgar. Su virulencia es más intelectual que de lenguaje. Recuerdo que en “Después de Todo” en una ocasión trató en pantalla al obispo auxiliar de La Plata de “bruto e ignorante” debido a algunas declaraciones que hizo el citado prelado en contra de los homosexuales (algo que en Chile resulta impensable aún hoy).
En PPT el espíritu crítico se nota desde el inicio, con los feroces y descarnados monólogos de Lanata. Luego, la presentación llena de imágenes de personas levantando orgullosamente el dedo medio al son de la canción “Fuck You” de Lilly Allen, verdadero himno de los anticonservadores. Luego viene un segmento de reportajes en donde se mantiene el tono crítico del conductor. En particular, le han pegado palos de manera inmisericorde a la presidenta Cristina Fernández. Ha mostrado con lujo de detalles las propiedades suntuosas que la viuda de Néstor Kirchner ha adquirido durante su mandato. Ha develado las jugarretas y la corrupción crónica de la clase política argentina, apelando tanto a investigación periodística de primer nivel como a desopilantes sketchs humorísticos. Uno ve este programa y termina agradeciendo el nivel de políticos que tenemos en nuestro país. Con todos sus defectos, la clase política chilena debe ser por masacre la mejor de Sudamérica. Los “corruptos” en Chile son ladrones de gallinas al lado de lo que pasa allende Los Andes. Y los discursos de la presidenta Fernández son tan disparatados y absurdos, que al lado de ella Sebastián Piñera parece Martin Luther King.
¿Podría existir un programa como PPT en Chile? En estos momentos, no lo creo. Hay algunos elementos que se ven en “Cadena Nacional” y en “Demasiado Tarde”, pero a medio camino en cuanto a peso periodístico. Si ese programa ya resulta difícil de sostener en una sociedad como la argentina, con mayor razón tendría problemas en nuestro pacato país.
¿Podría existir un conductor como Jorge Lanata en Chile? Tenemos gente polémica, como Eduardo Bonvallet. Sin embargo, mientras el “Gurú” es una peleador callejero que muchas veces cae en la vulgaridad y da golpes a diestra y siniestra, Lanata es un cinturón negro de Kung-Fu, que no agrede al bulto y sabe exactamente cómo, donde y cuando pegar. Por otra parte, la gente con peso periodístico en Chile no tiene el sentido del espectáculo del argentino, que no tiene complejos en echar la talla e incluir comedia en su programa. Nicolás Copano es una especie de Lanata en condiciones muy embrionarias, pues tiene desparpajo y un buen manejo de la ironía, pero le falta el fondo periodístico. Además, se requiere estar preparado para soportar persecuciones y despidos. Si alguien en Chile osara tratar a un obispo de “bruto e ignorante”, lo más probable es que al día siguiente se quedaría sin trabajo.