Ricardo Olea, quien se hizo conocido como Lalo en el primer ciclo de la serie de TVN, que por estos días emite su segunda temporada, murió tras un ramificado cáncer a la lengua que lo afectaba y que lo tuvieron internado en la UCI.
Su participación en “El Reemplazante” finalizó en la primera temporada, y es que en el antepenúltimo capítulo, y tras la impotencia al ver lo que está pasando en el liceo, lugar en el que se desarrolla la historia, se pone a hacer unos rayados en el segundo piso del edificio, en eso pierde el equilibrio, y para evitar la caída se agarra de unos cables, con los que muere electrocutado. A pesar de su muerte, en esta segunda temporada ha sido recordado por un mural que existe en su memoria.
El actor también fue parte de la miniserie “Ecos del Desierto”.