En su estreno, Martín Cárcamo dio la bienvenida al programa de Canal 13 desde las calles de Miami, anunciando que su primer entrevistado sería un reconocido cantante a nivel mundial: José Luis Rodríguez, “El Puma”.
En una extensa conversación, el artista recordó diversas etapas de su vida, como también de su carrera. Entre estos momentos se refirió sobre su pasó por el Festival de Viña, al que asistió en 1981 como artista estelar, en el que muchas veces ha sido denominado “El mejor Festival de Viña”, por un lineup que incluía, entre otros, a Julio Iglesias, Camilo Sesto y Miguel Bosé.
En la época se comentó mucho sobre una supuesta rivalidad entre Rodríguez y Julio Iglesias, especialmente durante ese festival, pero el “Puma” asegura que es un gran amigo del español. “Julio se merecía estar ahí, luchó mucho para eso, 12 años para lograr algo realmente importante, y venía este gallo con el Pavo Real a tratar de colocarse ahí. Y él tenía razón. Pero eso de quién sale primero, a mí nunca me importó. Yo salía y punto. Pero Julio se merece ser la estrella del espectáculo siempre, porque lo que ha hecho Julio es imposible que lo haga cualquier muchacho de éstos, Julio está más allá de cualquier artista”, dijo.
Pero su actuación más recordada sobre la Quinta Vergara fue la de 1988, cuando, tras presentarse, se negó a dejar el escenario hasta que le dieran una gaviota de plata, pues el público la pedía. “Fue un punto de inflexión muy fuerte en mi carrera. Yo sentía que algo me detenía en el escenario. Yo quería irme porque estaba nervioso con lo de la alcaldesa, Antonio que estaba molesto y lo veía cómo se daba vueltas y se movía. Me quedé ahí, pero no fue a propósito, yo sentí que algo o alguien me dijo ‘quédate ahí, no te muevas’”, confesó el artista.
En cuanto a la frase con la que cerró ese incidente, “hay que escuchar la voz del pueblo”, el artista confesará que no la pensó previamente. “¿Tú crees que yo pensé esa frase? Esa frase salió sola, yo no la inventé, yo no la pensé. Fluyó dentro de mí, salió y punto. Era un momento de una dictadura de Chile muy fuerte y realmente fue muy importante para Chile. La gente recibió esa frase como un refrigerio, como un alivio, porque alguien estaba diciendo algo”, contó.
De hecho, fue tal el impacto causado, que el futuro presidente de Chile, Patricio Aylwin, fue a despedirlo al día siguiente. “El Pato me dijo ‘sigue hablando de eso’. Le dije ‘hermano, lo hecho hecho está, lo dicho dicho está. No sé qué pasó, pero se hizo, y me tengo que ir’. Nos dimos un abrazo y me fui”, contó. Tras eso, siguieron siendo amigos, hasta el punto en que el “Puma” fue uno de los asistentes al funeral del ex presidente en 2016.
Por el cariño que le tiene a ese escenario, el cantante aseguró que, ya recuperado de su enfermedad, quiere regresar a la Quinta Vergara. “Me gustaría volver a Viña como una especie de despedida. Viña del Mar tiene una magia que tú no la ves en otro país. Pasa algo inusual, y los chilenos a veces no se la creen”, indicó.