Entre las varias críticas que aparecieron en redes sociales por el formato de “El Gran Rojo”, la nueva competencia del programa busca talentos de TVN, hubo una que cobró total sentido el día viernes y que tiene relación con el sistema de eliminación de los participantes.
Y es que, a diferencia de “El Gran Rojo” original, donde los competidores abandonaban el programa por sus evaluaciones, en la nueva versión son los propios compañeros los que tienen la última palabra. De esta forma, ¿serán realmente los “mejores” quienes irán avanzando en la temporada?
Esta situación quedó expuesta durante la primera fila de eliminación, en la categoría de bailarines, a la que llegaron Camila Vásquez y Pía Weidmann, por decisión del jurado. El resto de participantes, en su mayoría integrantes de la primera generación, se inclinó por quien fuera su compañera en ese ciclo, aún cuando Weidmann durante el capítulo había tenido una mejor evaluación de los jueces y del público.
De hecho, Juan Francisco Matamala fue enfático al dar sus razones para votar por Camila, manifestando que en una competencia “la amistad y el profesionalismo van de la mano”.
Geraldine Muñoz, una de las favoritas del público desde la primera temporada, también votó por Camila Vásquez, lo que provocó una gran molestia entre sus seguidores, quienes cuestionaron su elección a través de sus redes sociales, con fuertes mensajes de reprobación y amenazas con quitarle su apoyo en el resto de la competencia.
Ante esto, Muñoz no se quedó callada y decidió responder en algunos mensajes: “Es sólo que con Camila me pasa algo en especial, tengo un lazo muy, muy grande con ella y me es demasiado difícil traicionarla de cualquier forma. De ahora en adelante, me mantengo en mi postura y mi profesionalismo como en la primera temporada”.
“No es mi intención decepcionarlos, hoy pasó un tema en particular. No diré nada más, pero tomaré muy a conciencia sus comentarios, de verdad <3”, agregó en otra publicación.