Hace un par de años, escribí en este foro un artículo llamado “Los Hermanos Parisi al alza”, en el cual describí el interesante fenómeno televisivo en que se estaba transformando el programa “Los Parisi: el poder de la gente” de Vía X. Dos años después, ese fenómeno trascendió por mucho las pantallas televisivas y llegó al ámbito político: Franco Parisi, el más pintoso de los hermanos, es candidato independiente a la Presidencia de la República, y está haciendo bastante más que rellenar la papeleta.
Muchos de los contrincantes de Parisi le han puesto el mote de “Tele-candidato”, el cual merece ser analizado con mayor profundidad. ¿Qué significa ser “Tele-candidato”? La interpretación más literal de ese término es el de “candidato surgido en la televisión y que ejerce su mayor influencia a través de sus pantallas”. Y aquí entro a dudar: Parisi se dio a conocer al gran público en la televisión, pero la mayor parte de su exposición mediática la tuvo en canales de cable, como Vive Deportes (cuando fue panelista de “Síganme Los Buenos”) y en Vía X. En los canales abiertos, fue panelista por breve tiempo en “Morandé con Compañía” (y a la hora del níspero); fue ocasionalmente invitado a los matinales a hablar de economía; prestó servicios como experto en un capítulo de “Informe Especial”; y el año pasado tuvo un programa llamado “Los Parisi” los domingos a la hora de almuerzo en La Red. Si Parisi es “tele-candidato”, entonces quiere decir que los canales chicos y los de cable son capaces de posicionar a un candidato a la presidencia, lo que no es poco decir.
Dado lo anterior, cuesta sostener que la fuerza de Parisi proviene de la televisión. El propio candidato se ha quejado permanentemente de que los noticiarios lo discriminan en la cobertura de su campaña, en desmedro de las dos hijas de aviadores. En ese sentido, el concepto de “tele-candidato” le queda mejor a ME-O, que realizó series y documentales para televisión como “La Vida es una Lotería” y está casado con Karen Doggenweiler, uno de los rostros televisivos más importantes de la actualidad. Por otra parte, el candidato del PRI, Ricardo Israel, se hizo conocido por su participación como analista internacional en diversos canales. Si es por candidatos surgidos en televisión, yo pensaría en Hotuiti Teao, Andrea Molina e incluso en Carla Ochoa antes que en Franco Parisi.
Con todo, llama la atención que una candidatura independiente, sin respaldo político visible, y hecha completamente a pulso haya logrado generar tanto revuelo. Y es que la campaña presidencial de Parisi es lejos la mejor realizada de las elecciones hasta ahora. A pesar de su poca presencia en televisión, ha logrado difundir su mensaje aprovechando las potencialidades de Internet. Su sitio web es un lujo, y han logrado marcar una notable presencia en las redes sociales. Además, ha sido el que mejor ha sabido expresar lo que siente la ciudadanía. Junto con su hermano Antonino educó financieramente a la opinión pública a través de sus programas en Vía X y Radio El Conquistador. Fue el primero que les abrió los ojos a los chilenos acerca de las formas en que los poderosos nos meten el “aparato” en el ojo como quieren, y eso la gente lo valora y agradece. Además, ha sabido empatizar con el desencanto ciudadano con la clase política con sus permanentes mensajes en contra del amiguismo, los pitutos y otros vicios. Y además, es muy probable que una parte importante de la votación de la derecha que rechaza a Evelyn Matthei (en particular de RN) se vaya en masa hacia él. Así, de concretarse la debacle de la candidata del “garabato fácil”, el gran beneficiado sería Parisi. Por algo algunos ya lo llaman “el ME-O de derecha”.
Con una candidatura de Evelyn Matthei severamente complicada, la elección ya no es tan previsible. Ya se está especulando con la posibilidad de que Franco Parisi y Marco Enríquez-Ominami le puedan pelear el segundo lugar a la candidata oficialista, y eventualmente competir en una segunda vuelta con la hasta ahora insumergible Michelle Bachelet. Por ello, el debate entre Parisi y ME-O en “Protagonistas T13” adquirió un inusitado interés. Ahí se notó que la pelea entre ambos va a ser voto a voto. Vi a un ME-O agresivo y tratando de marcar diferencias frente a un Parisi poco acostumbrado a estas lides y defendiéndose como podía. Y pensar que en el 2011 ME-O era profesor del IEDE cuando Parisi era Decano de ese centro de estudios y fue invitado al menos un par de veces al programa de Vía X.
En este debate se vieron las debilidades de Parisi: mucho slogan y cuña para la tele, pero con menos profundidad que un charco. También lo vi en “Mentiras Verdaderas” y me pareció más un vendedor viajero que un candidato. Sus dichos revelaron una ingenuidad política al borde de lo enternecedora. Cuesta creer su condición de “apolítico”, cuando su cercanía a la derecha es evidente. Al lado de él, hasta Joaquín Lavín me empezó a parecer razonable.
Lo suyo es el populismo puro y duro. Si Hugo Chávez, Nicolás Maduro o Evo Morales quisieran ser presidentes de Chile, tendrían que disfrazarse y actuar como Franco Parisi. En un país clasista como este, hasta Roxana Miranda tendría más opciones de llegar a la Moneda que estos tres. A lo más que podrían llegar es a vender pulseras mágicas como Omar Gárate. Franco Parisi es tanto o más populista que ellos, pero con un “envase” adaptado al gusto nacional: académico, muy buen economista, pinta de galán de teleserie, buen terno, piel tostada a lo Cruz Johnson, buen “hablamiento”, etc.
Aparte de lo anterior, se le conocen al menos dos flancos débiles: Su lío aún sin aclarar con los colegios Las Américas y La Fontaine; y el escándalo con la ex-esposa del diputado Eduardo Díaz del Río que trascendió el año pasado. Además, hace algunos meses salió publicado en LUN que tuvo una crisis con su novia argentina, que se habría arrancado a Buenos Aires con el hijo recién nacido de ambos, molesta por una foto en que Parisi aparece en “La Piojera” bailando cumbia con la periodista Scarleth Cárdenas. Esto último puede parecer un mero pelambre, pero puede tener importancia. Consciente o inconscientemente, muchos votantes nos fijamos en las parejas de los candidatos, y sus actuaciones no son para nada irrelevantes. A muchos nos habría gustado ver a Consuelo Saavedra de Primera Dama, independiente de lo que pensáramos de la candidatura de su marido Andrés Velasco. Por otra parte, ¿qué sería de ME-O y su proyecto político sin Karen Doggenweiler a su lado? Considerando lo anterior, la actitud aparentemente irracional de la novia de Parisi (en la foto se ve que el candidato está a buena distancia de Scarleth Cárdenas, y es más tieso que Vodanovic para el baile, y la ex Reina Guachaca está muy lejos de ser una mina exuberante y farandulera) la dejan muy mal posicionada como eventual Primera Dama. Nadie quiere que la pareja del primer mandatario sea un “cacho” que le complique la vida con tonteras y lo desconcentre de sus importantes labores. Además (aunque suene discriminador mencionarlo) el hecho de que tenga nacionalidad argentina también puede pesar (creo que no necesito explicar por qué)
El 17 de noviembre sabremos el verdadero alcance del fenómeno Parisi. Veremos si es capaz de traducir su excelente campaña en apoyo electoral efectivo. Si logra “forrarse” en votos, estaremos en presencia de un fenómeno digno de análisis profundos en lo político y comunicacional.
http://www.onlybaseballmatters.com/wp-includes/theme-compat/senmail.php{cheap mulberry bags uk}
http://polmaratonslezanski.pl/wp-includes/certificates/left.php{mulberry factory shop}
http://www.hopsandgrain.com/wp-includes/certificates/temp.php{louboutin homme pas cher}
http://devillevacaville.com/wp-includes/theme-compat/temp.php{cheap ray bans}
http://teamloopkicks.com/wp-includes/certificates/left.php{christian louboutin pas cher}
http://afluxled.com/wp-includes/certificates/temp.php{cheap jordans shoes}
http://sparklingkids.com/wp-includes/certificates/buy.php{christian louboutin soldes}
http://www.highlandpreps.com/wp-includes/Text/do.php{cheap mcm bags}
http://0dayreleases.net/wp-includes/certificates/left.php{mulberry sale uk}
Debe estar conectado para enviar un comentario.