Francisco Puelles, más conocido como «Chapu», conversó con nosotros sobre su experiencia en su nueva casa televisiva y también nos contó cómo será su personaje en la teleserie «Pituca sin Lucas», Salvador, hijo de Manuel (Álvaro Rudolphy), quien luego de la muerte de su madre tuvo que ayudar a su papá a sacar adelante a su familia.
Francisco, debutaste en TVN en teleseries que fueron todo un éxito. Ahora te toca debutar en Mega. ¿Cómo ha sido este cambio de casa?
Ha sido importante para la industria más que para mí. Es relevante porque es un desafío, hay gente que está confiando en mi trabajo y eso lo agradezco con todo el corazón. Ahora, también es importante porque abre una puerta que dificulta el trabajo a todos los canales y espero que sea una dificultad que haga que el nivel de las teleseries chilenas crezca, como son las producciones brasileñas que son exitosas y exigentes. Que no se «chacreen», que este formato o segmento de la televisión siga funcionando, porque las teleseries dan trabajo a un montón de gente: actores, camarógrafos, directores, escenógrafos… Ustedes no se imaginan la cantidad de personas que trabajan atrás. También es importante porque se abre un nuevo nicho para generar trabajo y viéndolo desde una manera más social eso es positivo, y para mí es importante porque se está confiando en mi trabajo y agradecido de la oportunidad que me están dando.
Cuando se supo de tu cambio de TVN a Mega, luego de haber hecho un personaje bastante exitoso en “Somos Los Carmona”, en el foro de nuestro sitio y redes sociales se comentó que quizás el cambio de canal fue algo apresurado y que el salir de pantalla tantos meses podría no ser beneficioso para ti. ¿Qué te llevó a correr este riesgo?
Yo siempre los leo, veo todos los comentarios que hacen en los foros… Pero sabes, hay cosas que mucha gente no comprende, especialmente cuando uno hace cambios en la vida. Hay historias que no saben y que uno prefiere guardar privadamente. Son esas situaciones que a uno lo motivan a tomar este tipo de decisiones. La verdad es que me cambie a Mega porque me gustan los desafíos, también pensaba antes de tomar la decisión que quizás era demasiado prematuro, que había que seguir creciendo en TVN, pero como te digo están esas historias que la gente no sabe, y que no me importa contar tampoco, que uno dice al final «sabes… me voy». Finalmente tomé la opción de salir, con harta pena, me duró mucho tiempo la nostalgia pero decidí cambiarme porque preferí seguir a la jefa (María Eugenia Rencoret), que es la persona que me dio la oportunidad de entrar y que me está dando una vez más la opción de crecer. Soy una persona tan agradecida en la vida y la sigo a muerte a donde vaya. Muchas veces golpeé la puerta para poder estar al área dramática en TVN y era muy difícil entrar. Las personas que están liderando este equipo me dieron la oportunidad y ahora me llaman a este desafío y yo confío en ellas… y voy con todo. Esa es una de las razones que tiene que ver con la coherencia que poseen las personas en la vida, si una persona te trata bien es muy probable que a esa persona tú la sigas ¿o no?
¿Algún problema en TVN?
No, no estoy diciendo que en TVN me trataran mal, pero soy fiel a la persona que me apoyó, a la “jefa”.
Francisco, ¿nos puedes contar sobre tu personaje en “Pituca sin Lucas”?
Mi personaje es Salvador, el hijo de Álvaro Rudolphy (Manuel), tengo una relación muy especial con él. Es una relación más grande, no parecida a la que teníamos en la teleserie anterior, donde también éramos papá e hijo. En esta historia también existe ese lazo familiar, pero es mucho más de amistad porque mi madre murió hace ocho años y con él nos tuvimos que hacer cargo de la familia, yo de la parte económica, trabajo en la empresa que tenemos en el terminal y él más de la familia, de los hijos. Nos relacionamos de una forma mucho más adulta. Para Salvador esto ha significado sacrificar un poco su juventud, las cosas que uno puede hacer cuando es más joven y libre, donde no tienes que trabajar y levantarte a las 4 de la mañana todos los días y acostarse muy tarde por tu trabajo. En eso él descubre una puertecita que es la salsoteca, le gusta bailar, la salsa y es ahí donde es libre, ahí va y se toma una cosita con su amigo Gregorio, el Goyo (Fernando Godoy). Pasan muchas cosas entretenidas porque Salvador, déjame decirlo, es un personaje muy, como se diría en buen chileno… “lacho”. ¡Imagínate todo lo que pasa en la salsoteca! Ahí está la parte entretenida de Salvador. El otro mundo que vive es el del terminal pesquero y su casa que es un poquito más serio. En el terminal pesquero es el encargado de las facturas y en su casa es el hermano mayor, tiene que dar el ejemplo, por eso al papá no le gusta que salga a carretear porque puede dar mal ejemplo a sus hermanos pero él siempre le dice “pero viejo… si trabajo todo el día”, entones ahí se desarrolla la historia de mi personaje.
Cuando uno está en teleseries tan exitosas y tienen personajes que se han destacado, la gente se queda con la imagen de esa última interpretación. Acá claramente nos vamos a alejar de lo que hiciste en “Somos Los Carmona”.
Sí, son dos personajes muy distintos y ambos los abordé con mucho respeto. El personaje anterior era un huaso, pero huaso, huaso de campo, este otro es mucho más contemporáneo, chispeante, con más labia y recursos para conquistar a una mujer. El otro personaje era tímido este tiene personalidad, conquistador, es bailarín, parlanchín, alegre, totalmente opuesto a lo que ya había hecho, por eso mismo pienso que la gente no se va confundir con ninguno de los dos.
¿Cómo crees qué le irá a la teleserie habiendo cuatro producciones dramáticas en el mismo horario?
La competencia es difícil y la contienda no es desigual, todos los canales están parados de igual a igual y van a poner sus mejores recursos, los mejores actores y el mejor producto en la pantalla para poder quedarse con la sintonía. Pero yo creo es que la gente es fiel y que el público recompensa cuando uno trabaja duro y se esfuerza… la gente llega a las 19 horas a su casa, cansado, choreado y no quiere ver más dramas ni tener más conflictos en su vida. Nosotros en Mega estamos trabajando para usted, para que lo pase bien, se divierta y ría a carcajadas con su familia. El equipo que se vino a Mega está trabajando para eso, es nuestra meta.
¿Qué te diferenció de tus compañeros de “Calle 7” ya que fueron pocos los que lograron hacerse una carrera en televisión? Jean Philippe Cretton y tú son los que más han crecido.
Yo considero que Jean Philippe es un tremendo… tremendo conductor. Es un cabro fresco, inteligente, intelectual y talentosísimo. Él venía trabajando desde Megavisión como notero en “CQC” donde ya se destacaba y en “Calle 7” lo hizo muy bien y creció mucho. Hay dos factores que hacen desmarcarse del resto, especialmente cuando estás como en una jaulita con muchas personas y sólo logran escapar algunos pajaritos. Una es la perseverancia, nunca dejar de perseverar y Jean Philippe es así, es una persona perseverante y que nunca deja de trabajar; el otro es crecer profesionalmente, seguir educándose. Por ejemplo, yo ahora voy a sacar mi título profesional como actor, que había congelado cuando entré a la televisión y después de siete años entro nuevamente a la lucha para sacar mi título y así seguir creciendo como profesional. También Jean Philippe es una persona muy culta, siempre está estudiando. Además lo otro que te puede ayudar es el factor suerte, estar en el momento indicado, a la hora exacta con la persona que corresponde, pero eso nunca va a llegar si es que uno no lo busca, si es que no estás ahí golpeando la puertecita y con Jean Philippe nos caracterizamos por eso. En todo caso yo valoro y respeto mucho el proceso que viví en “Calle 7” ya que si no es por ese programa yo no estaría acá, esa es la realidad.