La producción realizada por Pol-ka junto a El Trece en Argentina terminó coronándose como la gran historia del 2019.
“Argentina, tierra de amor y venganza”, fue la historia que durante el presente año tuvo a todo el país trasandino pegada al televisor cada noche y que acumula cerca de 500 mil seguidores en YouTube.
Luego de más de 200 capítulos, durante el que sería el último lunes del año se emitió el final de la exitosa teleserie en un episodio lleno de emoción, pasión y donde por fin se pudo ver, como en todo culebrón de buena firma, que los buenos ganan.
La historia que narraba la relación de amistad de dos hombres que se conocieron durante la guerra civil española, pero que fue empañada por la traición hasta transformarse en enemigos íntimos, logró lo impensado, dejar atrás la imbatible escena turca y la amenaza latente de las plataformas de streaming, coronándose como la gran victoria del melodrama clásico.
Una telenovela que contó con un elenco internacional inmejorable, donde destacó la actuación del chileno Benjamín Vicuña, en el papel del antagonista, que solo se vio opacado por la interpretación magistral del segundo villano, Samuel Trauman encarnado por Fernán Mirás, quien era el dueño del burdel donde llegaban decenas de mujeres vendidas para ser explotadas, villanos que fueron golpeados constantemente por una banda de héroes encabezada por el español que buscaba venganza, Bruno Salvat (Albert Baró, “Merlí”), el italiano Aldo Moretti (Gonzalo Heredia, “Lobo”), la polaca Raquel Zimmerman (María Eugenia “China” Suarez) y a la que al final se sumó la joven idealista, Lucía Morel (Delfina Chávez).
La producción fue tan bien recibida por la audiencia, que incluso sus autores, Carolina Aguirre y Leandro Calderone, se dieron el gusto de dejarla abierta para lo que sería una posible segunda temporada con un salto directo al año 1962, donde se pudo ver a la hermana del villano Ferreyra, Alicia (Mercedes Funes), retomando la escena de venganza.
Un éxito que no es extraño, ya que la historia logra mezclar perfectamente la trama propia del melodrama clásico con temáticas tan antiguas como actuales, tales como el feminismo y la libertad. Sin duda una historia que nos demuestra que la teleserie, como muchos vaticinan, no morirá, ya que una historia, cuando está bien estructurada, trabajada y pensada, puede cautivar a las audiencias más diversas y esquivas.