Y acá va el comentario de la segunda noche de festival:
Animadores: Eva con un vestido más decente, sin tanta transparencia, y sin mandarse condoros de importancia. El Rafa recordando al “tío conductor” de “Rojo” diciendo “y llegó el momento….”. Bueno el beso al ritmo de la bachata calentona. Jornada tranquila.
Romeo Santos: Una puesta en escena tan chula como grandilocuente. No se puede negar que este dominicano se cree el cuento. Es una versión caribeña de Luis Miguel. Es más engrupido que Mauricio Israel conquistando minas. Su bachata calentona, cargada al punteo (del guitarrista), y cantando como si hubiera aspirado un balón de helio completo antes del show, es demasiado parecida a la de Prince Royce, y sus canciones son demasiado parecidas entre sí, salvo la que tenía aires flamencos (notable la bailaora, lo más decente de su show). Romeo Santos es a Juan Luis Guerra lo que Juvenal Olmos es a Marcelo Bielsa. Obviamente tuvo gritando todo el tiempo a sus fans incondicionales, llevándose el Tetra Pack. Hizo una improvisada versión del “ayúdeme usted compadre” del Festival de la Una, ofreciendo plata al estilo Farkas para el que se supiera las letras de sus canciones. La mayoría de los “concursantes” dieron más jugo que Ronny Dance en el video hot. El ganador se llevó mil dólares. Esto nos permite comprobar varias cosas: 1) El público sabe contar de 100 en 100. La educación chilena sirve de algo, después de todo; 2) Ojalá que el ganador de los 1000 dólares se guarde bien la plata antes de que lo asalten; 3) Es el mayor acto de demagogia y populismo barato de la historia del evento. Además, show demasiado largo. Solamente Raphael, Ricardo Montaner y Carlos Santana se han alargado tanto. Una falta de respeto para sus colegas que venían después y para la organización del evento.
Los Atletas de la Risa: Después de la orgía flaite de Romeo Santos, pedirle una rutina “100% blanca” a Los Atletas de la Risa resultaba un despropósito. Sacaron risas de buena gana, con una rutina simpática, rápida y atractiva, mostrando la casino pa natet gracia y picardía desarrollada en años de calle. Su rutina no alcanzó los niveles de picardía y doble sentido de los viernes en “Mentiras Verdaderas” y “Viva Dichato” (los tuvieron “cortitos” desde la organización), pero tampoco fue ingenua y blanca. Sacaron Tetra Pack merecidamente, aunque les dieron los premios demasiado rápido y no los dejaron hacer un bis. Si los hubieran dejado actuar “sin censura” como lo pidió el público en algún momento, la rompen de verdad. Su éxito es un triunfo indirecto de “Viva Dichato” (su actuación exitosa el año pasado en dicho evento motivó su llegada a la Quinta), “Síganme Los Buenos” (quienes hicieron campaña para llevarlos el año pasado) y “Mentiras Verdaderas” (que también hicieron campaña. Además, tener al Monstruo gritando “sin censura” demuestra la relevancia que alcanzó el programa de La Red, más allá de su bajos ratings).
Competencia Internacional: Islandia (5,5): La cantante se apellida Bjork, pero no se asemeja en nada a su exótica tocaya. Más bien parece una prima lejana de Adele, pero con la cuarta parte de su calidad vocal; Italia (5,3): El chico reality Marcelo Marrocchino canta apenas reguleque. La canción no está a la altura de las que Italia suele mandar a la competencia. Paolo Meneguzzi era mil veces mejor. Le dieron demasiada nota; Panamá (5,1): Cantante bella y con muy buena voz, mandada a hacer para cantar rock. Canción juguetona, con una puesta en escena ad-hoc. Merecía mejor nota que Italia.
Competencia Folklórica: Bolivia (5,5): “Kiss” sin maquillaje y con toque andino. Sonaron muy bien, con un muy buen cantante; Argentina (5,3): Cantante guapa, de voz portentosa y con una canción que reivindica la herencia de grandes como Mercedes Sosa y Soledad; Honduras (3,8): Cantante de buena voz, pero la canción perfectamente pudo estar en la otra competencia. No conozco el folklore hondureño, pero esta canción no me parece folklórica para nada. La letra parece sacada de un libro de Paulo Coelho. Puesta en escena excesivamente chillona y colorinche. La nota obtenida fue tan roja como su vestimenta.
Daddy Yankee: Partió alrededor de las dos y media de la madrugada. Una falta de respeto para un artista de su categoría. A pesar de todo, demostró por qué le llaman “el big boss”. Tuvo a la Quinta Vergara perreando hasta pasadas las tres de la madrugada. No soy fan del reaggetón ni mucho menos, pero hay que decir que estamos ante el mayor exponente de ese género. Se le vio más “rellenito” que en sus actuaciones anteriores, pero con el mismo despliegue y calidad. Al final, se ganó el Tetra Pack.