La transformista que fue parte de la primera temporada del programa, regresa completamente recargada a este nuevo ciclo que la enfrentará a exponentes internacionales de este arte. En entrevista con Fotech.cl abordó lo que se viene en los próximos episodios, así como también el reciente fallecimiento de Katiuska Molotov y el estado en el que se encuentra su amiga, Botota Fox.
¿Cómo te tomas el hecho de que finalmente Mega se haya decido emitir la segunda temporada de «The Switch», tomando en cuenta el momento que está viviendo nuestro país con temas como la identidad de género, el matrimonio igualitario y que «Una Mujer Fantástica» haya ganado un Oscar?
Mega tenía la fecha cerrada desde junio del año pasado. «Una Mujer Fantástica» hubiese ganado o hubiera perdido, «The Switch» igual iba en esta fecha. Obviamente eso apuntó a que lo tiraran con más ganas, con más énfasis. Creo que va a ser algo muy bueno para la inclusión, pero desgraciadamente, dentro de «The Switch», creo que nunca discutimos del tema de la transexualidad, yo con Gia Gunn hablamos de nuestra transición, pero yo no recuerdo si eso lo grabaron. Más que nada este reality tiene inclusión, un montón de aristas de la misma gama de la homosexualidad, va a poner de nuevo en la palestra, en la mesa de cada casa de este país, este tema y vamos a poder hablar un poco más de la sexualidad, no como algo tabú sino como algo más normal, que se entienda que somos personas normales, entender la homosexualidad como algo más serio, que es una opción y forma de vida. La gran mayoría de los homosexuales no elegimos serlo, hay algunos que sí toman la decisión porque probaron, pero hay otras personas, como yo, que nacimos con el hecho de ser homosexual, que nunca hemos estado con una mujer. Vamos a poner muy claro en esta segunda temporada cómo se puede desenvolver una personalmente y que somos completamente normales, que no tenemos nada de degenerados, ni de asustados, ni con problemas mentales, como en comentarios que a veces me dicen en las redes sociales.
¿Como viste el impacto que causó la primera temporada? ¿Crees que cambió en algo la percepción de la sociedad con respecto a los transformistas?
Obvio. En realidad, dentro del primer «The Switch» tuvimos un personaje que entregar. Algunas inventaron sus historias y otras contaron sus historias reales. Yo por ejemplo quise compartir mi vida, no para dejarme en ridículo o cagarme a mi mamá, yo lo hice porque entendí que cuando a mí me pasó me sentía súper sola, que yo era la única persona de esta Tierra que le gustaba alguien de su mismo sexo, que era la única persona que el diablo se iba a llevar, porque mi mamá siempre me reprochaba que el demonio me iba a agarrar de las patas todos los días y que me iba a llevar, por ende a mí me generó tal trauma que hasta el día de hoy duermo en posición fetal porque siento que alguien me va a agarrar las patas. Ese miedo me lo generó mi vieja al decirme que yo por ser ‘hueco’ iba a venir algo a tirarme al infierno. Yo conté mi historia de vida porque sabía que en algún minuto, alguna mamá que esté pasando con su hijo que tenga alguna duda sexual, yo les di las señalas para que esto pudiera pasar. Todos los días se matan dos niños en Chile por bullying y la tasa está en aumento, entonces yo conté mi historia real para que esto no pasara. Siempre he recibido mensajes de mamás y profesores para pedirme ayuda para saber cómo llevar el tema y yo trato de ayudar, porque más allá de ser una persona pública es mi labor como ser humano de guiar a los que vienen más abajo. Yo ya entiendo que hay personas que son más cerradas por cómo los criaron y se enfrentaron a la vida.
¿De qué forma impactó «The Switch» en tu carrera?
Fue algo bien rico, creo que sentir el amor de todo Chile. Ir por la calle y que la gente te parara y te diera el apoyo es rico de sentir. Pero creo que de pronto, igual exponerte demasiado hace clic en tu mente. Ya no podía salir a caminar tranquila porque la gente te mira y una no sabe si es porque si pareces ‘hueco’, porque si pareces mujer, porque pasas piola, porque no, entonces te empiezas a perseguir. Pero a nivel profesional, creo que toda exposición, toda pantalla que una pueda tener, es algo favorable siempre cuando haces un buen trabajo.
¿De esta temporada qué se puede esperar? Ya en el primer capítulo pudimos ver que van a haber muchas peleas, sobre todo con Gia Gunn…
Lo que pasa es que lo que no muestra la pantalla es que ella tiene un problema con los chilenos, ella piensa que todavía somos indígenas. Yo creo que ella tiene esa percepción porque es gringa, entonces ellos deben de tener una visión menos periférica de lo que es Latinoamérica, más con nosotros que estamos al final y que venimos después de Perú y Bolivia que conservan su cultura indígena. Ella piensa que somos pobres y tristes aparecidas, por ende se generan discusiones. Las peleas con la Gia Gunn no van a disminuir nunca. Lo que sí se viene muy bueno son los espectáculos, porque se empieza a mostrar el transformismo como es. Los espectáculos a nivel de casino, de cabaret, son espectaculares, la producción se gastó mucho dinero en nosotras en ese aspecto, tenemos muchas facilidades de adornar los escenarios, tener los bailarines que necesitábamos, la iluminación correcta, el tema correcto, el tiempo de ensayo… El espectáculo que se verá será de otro nivel.
¿Qué tan «espectaculares» se vienen las pruebas esta temporada?
Son realmente exigentes, de verdad ponen a prueba nuestras capacidades y siento que en esta segunda temporada se vienen cosas más difíciles que en la primera. Ahí a mí se me hacía fácil porque ninguna me hacia competencia, pero ahora no, con las extranjeras tengo mucho más competencia, tengo que poner más ojo en mi trabajo, tengo que ser más prolija en mi desempeño, porque sino Fernandita se va a ir eliminada y no queremos eso.
De los nuevos participantes, ¿quién te hizo más competencia?
Trajeron a puras cantantes, entonces cuando les pones playback no lo saben hacer y ellas estaban acostumbradas a cantar en vivo. A todas nos sacaron de nuestra zona de confort para lograr el efecto «The Switch». Creo que cada una tiene un fuerte diferente, y a mí no me afectó ninguna, por algo llegué a la etapa que llegué en el reality.
¿Qué opinas de las antiguas participantes que regresaron al programa?
La verdad es que yo confío en el criterio de mi director. Si quiso tenernos ahí, es a las que fueron más relevantes y queridas en la primera temporada. Creo sinceramente que uno tiene que poner en manos de alguien que está mirando de afuera tu trabajo, porque no tenemos un medidor. A mi juicio, puedo decir que una no es buena, pero el director me dice ‘a mí me sirve por su espectáculo, su forma de hablar, su forma de reírse, hasta su forma de pelear’, porque recordemos que este es un reality y tenemos que generar contenido.
Pasando a otro tema, el lunes se conoció el fallecimiento de Katiuska Molotv. A raíz de eso, se planteó el hecho de que había que preocuparse más de los transformistas, creando un sindicato para resguardar mejores condiciones laborales, entre otros temas…
Lo que pasa es que la gran mayoría de las transformistas son personas que no tienen educación. Katiuska era profesor y aún así, me refiero a que no tienen mucha educación en el sentido de cómo ella hace valer sus derechos frente a algún empleador. Cuando de pronto a un dueño de una discoteque le dices que te haga un contrato, la mayoría te dice que no porque nadie es indispensable. Hay algunos que sí tenemos contrato, que sí nos están cuidando y como artista independiente, automáticamente nosotras deberíamos imponernos. Hay muchos transformistas que no saben cómo imponerse, no saben donde ir, es súper complicado guiarlos porque no tienen las herramientas suficientes. También son las faltas de ganas de tener un pasar mejor, pero con la muerte de la Katiuska creo que fue una irresponsabilidad de ella. Estaba enferma, tenía diabetes, era hipertensa, tenía un cuadro brígido de neumonía, y al momento de enfrentar el show, baila, grita, salta y una persona de 90 kilos, obviamente con el peso y no controlándose con su salud, era obvio que en algún momento le iba a pasar algo.
¿Cómo te afectó la muerte de la Katiuska?
Es que a mí no me afectó. Yo estoy más preocupada por la Botota que quedó con crisis de pánico.
¿No te importó? ¿No se llevaban bien?
Sí, nos llevábamos bien pero no éramos amigas, no compartíamos nunca. Creo que un par de veces me senté en una mesa con ella, fue en la casa de la Botota, pero ella a mi tampoco me hablaba. No nos llamábamos por teléfono, no nos teníamos como contacto en Facebook ni en Whatsapp, es una compañera de trabajo que se va, que obviamente es muy lamentable, pero no tenía mayor vinculación con ella. La última vez que la vi fue un par de semanas atrás, comentó en la mesa que tenía problemas serios de hipertensión y que el médico le había dicho que si no se cuidaba de la diabetes la iban a empezar a cortar por partes, entonces ella dijo: ‘Antes de que me corten un dedo prefiero morirme’. Cada uno vela por lo de uno.
¿Cómo está la Botota?
Ya pasó su crisis de pánico, pero todavía cualquier cosa se pone a llorar. Yo estoy súper preocupada de ayudarla y apoyarla en todo minuto. Yo lamento la muerte de la Katiuska, por respeto a su familia. Es súper triste porque hay personas que no tenían nada que ver con ella y están publicando cosas que cuando estaba en vida ni siquiera le dieron 10 mil pesos para que pudiera comer un plato de comida. Siento que todos están haciendo el circo de ‘Ay la Katiuska, mi amiga’, y suben fotos con ella, pero cuando tenía necesidades nadie la pescaba, y los locales que ahora se abanderan por ella le pagaban 10 lucas por el espectáculo, siendo que a otras le pagaban 100. Encuentro que la muerte es algo muy lamentable para la gente que ama.
¿Esta actitud es común en el mundo de las transformistas?
Sí, completamente. Son todas falsas y cínicas.