En su primera entrevista escrita tras su comentado quiebre familiar, la animadora de Canal 13 volvió a hacer un mea culpa respecto a la situación que tiene a su hijo preso por parricidio frustrado.
Dentro de las semanas más difíciles para Raquel Argandoña, pareciera que su pesadilla está lejos de acabar. En conversación con La Tercera, la ex Miss Chile contó cómo fue que se enteró de la peligrosa pelea que tiene a su hijo actualmente privado de libertad en un centro siquiátrico. “Mi hijo llega a la casa… Yo le digo ‘qué hiciste, hijo, qué hiciste’. Me cuenta, se queda unos minutos y se va. ‘Tengo que irme’, me dice. Yo le digo ‘¿adónde vas? Quédate aquí. Lo resolveremos como familia’. Él estaba muy asustado. Me dijo ‘tengo que salir, tengo que salir’. No lo vi más”, confesó.
Con respecto al presunto abuso que Hernán padre habría cometido en contra de Roxana Naranjo, la actual novia de su hijo, Argandoña aseguró que al no vivir con el padre de Nano hace más de quince años, “por lo que yo no sé qué pasa en esa casa puertas adentro. Hernán ha tenido varias parejas. Pero yo vi esos mensajes, los WhatsApp. No voy a decir quién me los mostró. Es súper delicado, porque no lo puedo creer, pero si los estás leyendo, qué quieres que te diga. Acá no se está inventando nada, ni se está reaccionando por lo otro”, declaró.
Consultada respecto a la lejanía con su hija Kel Calderón, la mujer admitió saber que “ella está muy cercana a Hernán ahora. Y me alegro, porque así lo cuida, lo apoya, le da contención. Pero yo soy mamá de dos hijos y siempre los voy a apoyar a ambos. Quiero dejar en claro que no justifico el actuar de mi hijo, pero algo lo llevó a este impulso. Nunca quiso asesinar al papá. Uno por más mal papá que sea, siempre conoce a sus hijos. Tanto Hernán como yo”, defendió a su hijo menor.
“No le quiero echar la culpa (a Hernán padre). Creo que ambos la tenemos. En eso soy súper responsable. Para mí sería muy fácil decir que esto pasó por culpa de él. Si se hubiera criado conmigo a lo mejor hubiera pasado lo mismo. Porque el actuar de nuestros hijos es lo que nosotros enseñamos”, reflexionó la figura televisiva, respecto a la responsabilidad que tienen como padres. “La culpa es de nosotros dos. No le puedo echar la culpa a él, no se la echaría nunca. Nunca”, agregó.
En ese momento, la ex modelo hizo un sincero descargo respecto al alcance mediático que ha tenido el caso. “Si me preguntas qué desearía en este momento, diría que ya no quisiera llamarme Raquel Argandoña, porque mi hijo está pagando por ser hijo de Raquel Argandoña. Es un peso muy grande ser mi hijo en este momento, es una carga. Es una maldición llamarme como me llamo (…). ¿Tú crees que si yo me llamara Juana Salas los canales de televisión habrían hecho esta carnicería? ¿A quién le habría importado? Habría sido un caso más de violencia intrafamiliar. ¿Por qué tiene tanta publicidad? Porque es mi hijo, por eso estamos hace días en todos los canales”, sostuvo.
“Yo no justifico lo que hizo mi hijo, es obvio que necesita un castigo, pero también tiene que tratarse. Tratarse él, tratarme yo, tratarse su hermana y el papá. Somos un desastre como familia. Y yo lo mantengo, de verdad”, admitió Argandoña, admitiendo que con Nano no hablaban hace un año, cuando hasta hace dos semana atrás, le comentó que ya no quería vivir más con su padre por las constantes discusiones.
Consultada respecto a si alguna vez pensó en llevar a su hijo al sicólogo, admitió que “desde chico” quiso hacerlo, “cuando era impulsivo, cuando contestaba, cuando nos peleábamos todos. Te puedes imaginar cómo era esa casa cuando vivíamos todos juntos y peleábamos. Nunca resolvimos nuestros problemas entre cuatro paredes, siempre los expusimos, desde mi infidelidad, la tuición, todo fue público… Ésta es una familia tóxica, nos hemos hecho mucho daño y ahora cruzamos todos los límites”, confesó.
Comentada fue su reacción al salir del centro siquiátrico donde está recluido su hijo, acusando “tratos inhumanos”, incluso muchos criticaron que Nano no esté en una cárcel común y corriente. “La gente habla sin saber, él no está bien; pregúntenles a sus abogados que lo han visto, él no está en un spa, no está en una clínica VIP, ellos lo vieron, y todo lo que se dice es de gente que no sabe. Sólo les he pedido a los abogados que le den un beso, que le digan que lo quiero, que estoy aquí apoyándolo, que nunca lo voy a dejar solo”, reclamó.
Antes de finalizar, Raquel siguió defendiendo a su hijo. “Yo sigo pensando que para los violadores hay que tener mano dura, para los criminales mano dura, pero aquí no hubo una intención de asesinar a nadie, solamente de dar una lección. No estamos frente a un asesino. Doy la vida de mi madre y la mía, mi hijo no es un asesino”, enunció finalmente.