Este martes fue formalizado el joven de 23 años por los delitos de parricidio frustrado, daños y amenazas, por lo que quedó en prisión preventiva durante los 90 días que dure la investigación.
Fue durante la cita judicial que el fiscal Omar Mérida dio a conocer la declaración que entregó Kel Calderón, en calidad de testigo, respecto a la situación que mantiene enfrentados judicialmente a su padre Hernán Calderón y a su hermano Nano.
Según reveló el persecutor, la influencer detalló que “Hernán comenzó de adolescente a interesarse por la vida ‘Rápido y furioso’, a tener armas, mariposas, manoplas, municiones. Ingresó a un club de tiro, comenzó a configurar una personalidad de gángster, mostrando dinero, siempre zafando de problemas con la autoridad por intervención de su padre”.
Kel acusó a su hermano de tener una fijación particular por Pablo Escobar y el Chapo Guzmán, revelando que a los 12 años tuvo su primera arma, siempre protagonizaba peleas en el colegio y que “se moría de ganas de agarrarse a combos con otro weón (sic)”.
Sobre los primeros episodios de violencia entre su hermano y su padre, la joven aseguró que “yo no me entero de ese episodio en ese momento, me entero después. Mi padre me contó, me lo minimizó y guardó ciertas evidencias. Está muy asustado, de hecho, mi padre empezó a dormir con un cuchillo bajo de su almohada, por si mi hermano vuelve. Yo creo que mi hermano es absolutamente capaz de matarlo si lo encuentra”.
En cuanto a lo ocurrido el pasado martes 11 de agosto, indicó que “llamo a mi madre para preguntar por lo ocurrido. Se enoja, me insulta y me corta. Voy a la casa de mi padre, me cuenta que Hernán Jr. intentó amputarle la mano, me cuenta que lo intentó acuchillar y que tenía múltiples lesiones. Yo tomé fotografías de las manchas de sangre que habían en todas partes. Ahí hablé con mi padre, él entre lágrimas me reconoce el episodio del arma y de cuando destrozó el departamento, y ahí me voy enterando de los detalles”.