Durante su paso por «La Divina Comida», la bailarina recordó la etapa en donde formó parte de la competencia y el Clan de la antigua versión del programa busca talentos de TVN, particularmente la rudeza que tenía ser parte de él.
En ese sentido, Maura Rivera confesó ante Blanca Lewin, Jaime Parada y Pedro Ruminot que «era angustiante, ya me daba lata como meterme, subirme a bailar, era como una angustia de ‘no quiero hacer esto'», recordando las fuertes críticas y ninguneos que recibían de parte del jurado.
«Era real, muy real», le aseguró a Parada al recordar las evaluciones del jurado. Seguido a eso, descartó el formato «academia» del espacio, detallando que «nos daban un viático de 30 lucas, solarium y gimnasio. Eso era, y teníamos a la Rosita (Piulats) que era nuestra maestra».
Posterior a eso, Rivera indicó que «después nos pagaron, cada uno negoció su parte y después ganábamos con los eventos. Lo pasábamos increíble, tengo mis mejores recuerdos. Gracias a ese programa me pude independizar, ahorrar y todo lo demás».
«Creo mucho en la amistad que se generó en ‘Rojo’ en mi generación, porque veníamos todos con el mismo sueño. Pese a que era una competencia, se refleja en la amistad que tenemos todos hoy en día», agregó.