A sus 56 años, la actriz Gilliam Anderson ya viene de vuelta respecto de muchos tabúes, en especial los relacionados con el sexo. Tanto, que con este último ha levantado una bandera de lucha, incorporándolo sutilmente incluso en sus actos cotidianos.
Así y en ese atrevimiento de fémina empoderada, se presentó en la última ceremonia de los Globos de Oro, con un vestido cuyos bordados insinuaban la forma del órgano sexual femenino externo. Pero la además fundadora de la marca de bebidas naturales, “G Spot” (Punto G), el 1 de febrero del año pasado lanzó en “The Guardian”, un llamado a las mujeres del mundo para que le contarán sus fantasías sexuales.
“Quiero (…) que las que se identifican intrínsecamente como mujeres ahora -queer, heterosexuales y bisexuales, no binarias, transgénero, poliamorosas- todas, mayores y jóvenes, cualquiera sea su religión, casadas y solteras, me escriban y cuenten en qué piensan cuando piensan en sexo”, escribió quien fuera la agente Dana Scully en la “Los Expedientes Secretos X”.
Pasión y ternura
De esa convocatoria, para la que Gilliam Anderson dio 28 días, recibió 1.800 respuestas anónimas de mujeres de diversas latitudes. Su conjunto se tradujo en “Want. Enviado por anónima. Recopilado por Gilliam Anderson”, un libro de 174 páginas que habla de la pasión femenina, incluyendo incluso las fantasías de la propia autora.
El proceso de revisión de esta gesta colaborativa -integrada por participantes que solo mencionaron su identidad sexual, edad, ingresos y estado civil-, dio por resultado la generación de 13 capítulos, algunos de los cuales se llaman “Ser adorado”, “Exploración”, “Poder y sumisión” y “Los vigilantes y los vigilados”.
De las muchas declaraciones existentes en el libro, algunas son emocionantes. Como la mujer de duelo que anhela el contacto físico y lamenta la pérdida de relaciones sexuales tras la muerte de su marido. A ella le gustaría que “se hablara más del duelo, de la perdida del cónyuge y de la sexualidad”. Otra, jugando con lo lúdico, imagina su ser erótico teniendo “sexo muy caliente, sensual y apasionado con Harry Stiles”. O aquella, de religión ortodoxa, que sueña gozando su intimidad en el altar de una iglesia abandonada.
“Existe mucha ternura y mujeres que realmente quieren ser vistas por lo que son y ser cuidadas. También hay mucho romance en ello”, comentó Gilliam Anderson en entrevista con la BBC a propósito del libro recientemente lanzado.
Según las palabras de la intérprete que dio vida a Margaret Thatcher en “The Crown”, la publicación es una versión actualizada del libro “Mi jardín secreto” de Nancy Friday, quien en 1973 recopiló las fantasías de 150 mujeres mediante entrevistas, cartas y grabaciones. Sin embargo y habiendo pasado más de 5o años de esa versión, Gilliam Anderson no deja de sorprenderse por la vergüenza que aún existe para hablar sobre el tema. “Pensé que hoy habría menos. Fue una verdadera revelación”, señaló.
Mejor que el porno
No obstante aquello, las mujeres pudieron expresarse sin temor amparadas en el anonimato. “Tenemos cartas en las que fantasean tener relaciones sexuales con desconocidos y hablan que las excita el voyerismo”, reveló la actriz, agregando que lo que más le interesaba era “la alegría y el disfrute que las mujeres sentían al escribir, lo que les permitía entenderse mejor a sí mismas”.
En la entrevista con el medio británico, Gilliam Anderson animó a los jóvenes a leer el libro. “Hay muchas versiones diferentes de cómo puede ser el sexo, que más allá de lo que ofrece la industria del porno”.
Dejando de lado su propia convicción, la actriz está clara que las fantasías sexuales siguen siendo un tema difícil de hablar. A pesar de instancias como “Sex Education”, serie en la que también participó, o “Las cincuenta sombras de Grey”.
“Me resultó muy difícil entender cuáles era realmente mis propias fantasías. Gran parte de lo que se representa en el porno está orientado a lo hombres y hay tantas expectativas puestas en nosotras, como mujeres, que me resulta difícil decidir qué es lo que realmente me excita y cómo siento que debería actuar”, reflexionó.