Pese a ser reconocida en gran parte por sus roles cómicos, el 2008 fue parte de la segunda temporada de Cárcel de Mujeres, la producción de TVN, donde interpretó a una de las gendarmes a cargo de la institución. Eso sí, no dejó del todo la comedia, pues también participó de la versión local de Ana y los Siete, que fue emitida por Chilevisión. Ahí dio vida a una bailarina de cabaret, y amiga de Ana, rol a cargo de Alejandra Herrera. En exclusiva para Fotech.cl, María Paz Grandjean nos cuenta sobre algunas de las experiencias que ha vivido como actriz.
¿Qué recuerdas de tu debut como Sharon en Purasangre?
Me agradó mucho la dirección de la Quena, la encontré capa y creo que comunica bien lo que necesita de cada actor para desarrollar su narración, su estilo. Aunque era comedia lo que yo hacía, para nada era hecho a la ligera. Eso me gustó de empezar a hacer teleseries: calibrar el humor, con la coherencia de personajes que deben mantenerse atractivos por meses, hacerlos verosímiles, y al mismo tiempo hacer gracia o chiste de las propias temáticas de la teleserie. Hubo carretes buenos, también, en ese tiempo.
Pese a estar en varias producciones de TVN, te cambiaste a Canal 13 para participar de Papi Ricky ¿Sentiste que el desarrollo de tu personaje fue el adecuado?
Es difícil esperar algo tan bacan en cuanto al desarrollo de personajes en una teleserie, sobre todo si estás a cargo de la parte «humor» del guión, que debe otorgar cierto contrapunto al conflicto central. Sin embargo, siempre se puede hacer algo bueno, sacarle «carnecita» a una escena que parece no ser muy desarrollada. Teleserie es teleserie, en cualquier canal: los aspectos que uno selecciona para la representación de un personaje deben mantenerse y desarrollarse en el tiempo que dura la producción y pretender siempre ser atractivos y «entretenidos». Creo que siempre se persigue eso, bajo una buena dirección, pero no hay que perder el objetivo de este formato, que se relaciona con la entretención más bien liviana, de contenidos no tan complejos o profundizados, que se emite en un horario de final de jornada laboral y prepara la emisión de los noticiarios.
Ésa fue tu última teleserie… ¿Por qué no has vuelto al género? ¿No has tenido ofertas, o simplemente prefieres seguir explorando otros formatos?
No he tenido buenas ofertas, o por lo que me he sentido atraída, no se ha concretado como proyecto televisivo. Ahora, que una tiene más añitos y experiencia, se puede regodear un poco más en cuanto a la calidad de los proyectos -concretamente lo que podría ser un buen personaje- y también en cuanto a la platita. Y siempre estoy explorando otros géneros, ese es mi oficio: ser actriz, actuar, además de salir en la tele
¿Qué opinas sobre la crisis a la que se han enfrentado las producciones vespertinas? ¿Falta de ideas, o quizás correr más riesgo?
¿A qué le llaman crisis? Es probable que siempre se esté un poco en crisis. Vivimos en el tercer mundo. No creo que haya falta de ideas. Es decir, debe haber mucha gente imaginando cosas muy buenas, pero una cosa es imaginar y otra es la capacidad de concretar; presentar un buen proyecto, acabado, y por supuesto, que exista gente idónea y de espíritu creativo más que repetitivo, que administre, en las respectivas áreas dramáticas, las nuevas ideas. Para eso debe haber menos prejuicio, más riesgo, por lo tanto más trabajo.
¿Y del fenómeno de las teleseries nocturnas? ¿Te gustaría participar en una?
En general, los guiones de las teleseries nocturnas, me han parecido súper buenos. Quizás, porque los personajes son menos, y los conflictos, al ser menos y más precisos, son más desarrollados, permitiendo que sucedan escenas realmente bien acabadas, en muchos sentidos. Por lo tanto, claro que me atrae mucho la idea de participar en una teleserie nocturna, estoy segura que debe ser muy entretenido.
Te has caracterizado por interpretar roles cómicos, sin embargo fuiste parte de Cárcel de Mujeres, producción que muestra una realidad más bien fuerte ¿Qué te pareció la experiencia de trabajar en ello? ¿Cómo fue interpretar a esta gendarme un tanto turbia?
Creo que hay que ser claros en eso de señalar «muestra una fuerte realidad». Creo que Cárcel de Mujeres, muestra humanidades que viven en el contexto de la cárcel de mujeres. Pero debemos aclarar que si bien los personajes son chilenas, la cárcel, el espacio físico en el que «existen» es una interpretación, un objeto estético creado para instalar estas humanidades chilenas: si se tratase de una cárcel de mujeres chilena, tendríamos que multiplicar, antes que nada los personajes. Las celdas no son así. En la realidad conviven muchas más personas en ese espacio físico y bajo diferentes condiciones espaciales a las que se propone en la serie. Sin embargo, y de aquí lo que yo considero como un aspecto estupendo de esta serie: desde un guión de ficción surgen roles provenientes de nuestra realidad. No solo de mujeres encerradas en la cárcel, sino que habla de división de clases y roles de género que se instalan en nuestra sociedad. La serie muestra estas relaciones, las cuestiona, critica y provoca reflexión. Por mi parte disfruté mucho haciendo la serie, más que mis compañeras «presas». Ya que mi vestuario permitía estar más calentita durante las grabaciones, ya que los sets son muy fríos (me podía poner un buzo debajo del uniforme), quizás desde este gesto proviene una natural corrupción de esta «autoridad», por lo menos un primer nivel de corrupción.
Para este año se confirmó la tercera temporada ¿Sigues en la producción de TVN?
No sé…
También estuviste en Ana y Los Siete… ¿Cómo fue participar de esto? ¿Quedaste conforme con el resultado de la serie?
Lo más bacán de hacer Ana y los Siete, fue trabajar con el director Oscar Rodríguez. Es realmente capo y sabe mucho cómo y qué hacer en «la tele». También compartir la producción con los compañeros y equipo técnico. No se qué opinar acerca de los resultados, como que ése es un tema que no me compete tanto, la verdad es que no me importa mucho. Para mí lo importante es que mientras grabemos, los que trabajamos en la serie, lo hagamos lo mejor posible y de forma entretenida. Por muy hippie que suene, creo que los llamados «resultados» debieran transmitir eso.
¿Tienes nuevos proyectos televisivos?
Es que son proyectos. Siempre surgen proyectos e invitaciones, concretarlos es otro cuento. Prefiero, siempre hablar de las cosas que ya estoy haciendo.
¿Cómo ha sido tu relación con el teatro? ¿Estás trabajando en alguna obra para este año?
Bueno, en teatro trabajo sin descanso, de hecho estoy un poco cansada. Pero ya vienen las vacaciones y al mes siguiente me enamoro de nuevo. Actualmente, acabo de terminar una estupenda temporada con el musical “Lágrimas, celos y duda” que inventamos con la Marcela Salinas (Pancho Villa, El Pelícano) y la Manuela Oyarzún (La buena vida, Las tres hermanas) y me encuentro ensayando un proyecto Bicentenario con la Compañía La Puerta, bajo la dirección de Luis Ureta, que es bien grande, acerca de tres clásicos de la dramaturgia chilena.
También has hecho cine, y en una de esas propuestas saltaste a la fama por la escena del «dragón» en Radio Corazón… ¿Qué te parece que se haya generado tanto debate por eso?
Creo que sólo se trata de un evento chistoso llevado al cine. El tema del dragón fue insertado dentro de una historia, no era la historia. Propone un resorte humorístico dentro de la primera historia. A mí me causa demasiada risa.
De todo lo que has hecho en teatro, cine y televisión… ¿Qué ha sido lo más agradable que te ha tocado realizar? ¿Y qué es lo que no te ha dejado conforme?
Sin duda, el teatro me ha permitido experimentar más en la actuación y el oficio de ser actriz. Creo que de aquí mismo provienen mis más grandes alegrías y desilusiones. Pero la dura, disfruto mucho todo. Siempre veo un desafío en cualquier proyecto: unos terminan entreteniéndome más que otros, pero siempre quiero hacer más.
¿Algunas palabras para tus admiradores de Fotech?
Saludos a todos, agradezco la atención a esta humilde servidora. Y que sigan disfrutando de las vacaciones.