La multimillonaria estafa tras el denominado “Caso Factop” ha sido noticia durante los últimos meses. Se trata de una firma dedicada al negocio del factoring, cuyos gestores están siendo acusados de haber cometido delitos tributarios y emitir facturas falsas por un monto de 13 millones de dólares.
Los involucrados en estos ilícitos son integrantes de la familia Sauer, además de abogados y otros individuos relacionados con el clan, entre ellos, los hermanos Álvaro, Antonio y Sergio Jalaff.
Una de las afectadas en toda esta situación es Francisca “Pancha” Merino. La actriz -que cayó en las redes de este caso a través de su exmarido, Claudio Labbé, que era cercano a los imputados- hace un tiempo presentó una querella por 230 millones de pesos, acusando que fue víctima de abuso de firma en blanco.
¿Justicia divina?
En una conversación con La Cuarta, Pancha Merino se refirió a lo le tocó vivir, precisando que más que con los Sauer, sus problemas fueron con los Jalaff, en especial con Sergio, a quien atribuyó haber inscrito firmas suyas en una notaría reconociendo unas deudas, pese a que ella nunca hizo este trámite.
Sin embargo, la actriz aseguró que ahora no está pendiente del caso. “Aunque no lo creas, ya lo solté. El tiempo me dio la razón”, señaló.
Indicó tener la convicción de que los acusados pueden llegar a librarse de la justicia terrenal, pero que no se salvarán de la justicia divina.
“Nunca había odiado a este nivel, pero ya no los odio”, se desahogó a continuación, para reiterar de inmediato que “con el tiempo los he ido soltando; de hecho ya me da lata hablar del tema«.
Dijo que la gente le pregunta si le van a devolver plata y que su respuesta es: “¡No! Es seguir peleando, entonces ya me roba energía nomás”, concluyó una resignada Francisca Merino.