Este miércoles por la noche, los ávidos seguidores de «Como La Vida Misma» presenciaron uno de los momentos más tristes de la ficción hasta el momento. Armando, interpretado por Héctor Noguera, murió tras su diagnóstico de Alzheimer. Al respecto, el destacado actor habló con Fotech.cl y se expresó sobre el personaje y su final.
Después de que en la ficción transcurriera un tiempo, los televidentes presenciaron el deterioro del querido padre de Marco (Andrés Velasco). Tras una previa y conmovedora escena de un baile con su Malucita (Coca Guazzini), su hijo lo encontró fallecido en su cama.
En esa línea, la audiencia quedó con el corazón roto, tal como lo manifestaron en redes sociales. Los seguidores de «Como La Vida Misma» elogiaron a más no poder el trabajo que Héctor Noguera hizo con Coca Guazzini en esta parte de la trama.
Al respecto, Fotech.cl tuvo la oportunidad de hablar en exclusiva con el intérprete que encarnó a Armando, instancia en la que aprovechamos de consultarle sobre su preparación y cómo vivió la historia del pintoresco adulto mayor.
Héctor Noguera sobre el final de Armando en «Como La Vida Misma»
Héctor, ¿cómo te preparaste con el tema del Alzheimer?
Lo primero que tengo que agradecer, porque lo que más me ayudó, es el texto mismo. Yo soy un actor muy apegado al texto, me gusta analizar los textos, me gusta ver cómo van y creo que los guionistas lo prepararon. No es la primera vez que yo hago una enfermedad de Alzheimer. Antes, hice una obra de teatro que se llamaba «El Padre», y ya anteriormente estuve en otra obra, que mi pareja tenía Alzheimer, la Gaby Hernández.
Entonces, no es la primera vez que tengo un encuentro con la enfermedad. Así que uno ya gana mucho en conocimiento. Aparte de que todos tenemos a varias personas alrededor de uno que tienen, por lo menos, a mi edad, ya no son pocos los que tienen Alzheimer. Entonces uno ya va conociendo los síntomas también. En la vida real misma, con todos los amigos que uno tiene, que han adquirido la enfermedad, unos que la tienen, otros que ya se fueron. Están todos esos antecedentes.
Y el guion está muy bien escrito en cuanto a los pasos de Alzheimer. Quien escribió el guion se fijó mucho en cuáles eran las diferentes etapas, y esas etapas están muy bien desarrolladas en el texto. Entonces es algo que se va preparando de a poco entre todos. La televisión no es fruto solamente de los actores, es de mucha gente que todos trabajan para el mismo lado. Entonces son muchos los que colaboran y son así, pasito a pasito va armando la enfermedad, pero muy guiado también por el caso de Alzheimer.
Los televidentes han aplaudido el trabajo que hiciste junto a Coca Guazzini, ¿cómo recibes los mensajes de cariño?
Me llegan muchos comentarios en la calle cuando salgo a la calle, voy a hacer cualquier trámite o a comprar cualquier cosa, me encuentro siempre con gente que me para y me dice: «Mire, usted cómo nos muestra el Alzheimer, es igual al que sufrió mi padre o está sufriendo mi madre». Entonces he recibido mucho feedback de la gente y qué bueno que me lo haga saber, que me lo recuerde también, porque uno se guía por lo que la gente te va diciendo.
Yo escucho a la gente que me van diciendo: «mire, esto es muy parecido a lo que le pasó a mi padre o a mi madre», Nadie me ha dicho: «no, no tiene que ver con la realidad», no, por el contrario, todos me han dicho que es muy apegado a la realidad.
¿Cómo ha sido trabajar en esta historia con Coca Guazzini?
Anoche vi la escena de la muerte y bueno, yo estoy en la cama muerto, pero cuando entra Coca con el desayuno y, poco a poco, se va dando cuenta que está muerto, a través de las palabras de Marco… Es impresionante. El trabajo que ella hace en la transición, el viaje que hace de entrar con desayuno, contenta, de ofrecer un desayuno, a darse cuenta de la muerte y llorar su muerte, es un camino, una transición que hace frente a cámara que es muy notable. Realmente tengo que felicitar al director, porque supo con las cámaras y a los camarógrafos, supieron seguir con la cámara este proceso.
¿Pudiste ver la escena del baile? ¿Cómo vivieron ese momento, que fue una despedida, finalmente?
También el acierto fue de los guionistas al poner esa despedida del personaje con un baile. Es muy atinado, porque se pudo encontrar otra manera, pero esto hace coherencia porque el personaje, en los comienzos de la teleserie, se nota que lo que más le gusta es bailar. Porque invita a la Malucita a esta discoteca a bailar salsa. Se nota que le gusta el baile, que le gusta eso. Entonces, que recojan eso del comienzo de la teleserie para finalizar el personaje es muy lindo. Es muy bonito de parte de ellos también.
Héctor, como actor que dio vida a Armando, ¿sientes que fue el mejor final para el personaje en la potente historia?
Yo empecé haciendo la teleserie sin saber que esto terminaba en Alzheimer. No lo sabía nadie. Ni siquiera yo creo que los escritores, ni el director, ni nadie. A mí, en un comienzo, no me gustó la idea, porque dije; «oh, eso va a crear que el público, que está tan contento con estos viejitos que son tan alegres que lo pasan tan bien, tengan un golpe muy fuerte». Pero en fin, dije yo, finalmente lo terminé aceptando.
Me di cuenta de que tenían razón, porque fue en una linda manera, de mostrar el Alzheimer. Y, probablemente, está mostrado con delicadeza. No se muestran tampoco las partes más duras de la enfermedad. Tenemos el documental de «La Memoria Infinita», donde ahí sí se nota un proceso realmente duro, lo cruel de la enfermedad. Acá este es una teleserie y está tomado de una manera más amable.
Finalmente, ¿hay algún otro proyecto en el tintero que se venga?
No, por el momento. Tengo proyectos en el teatro, pero en televisión no. Y está bien que no los tenga, yo creo que después de esto hay que hacer descansar tanto al público como al actor, de los personajes. Creo que debe pasar un tiempo antes que yo encarne otro personaje.