Entre los años 90 y 2000, el actor mexicano Eduardo Santamarina (55) pasó a ser una cara recurrente para el público chileno que veía teleseries aztecas, destacando en títulos como “La Dueña”, “Marisol”, “Amigas y Rivales” y “Rubí”, entre otras.
Y en el último tiempo, pasó a protagonizar remakes en América del Norte de producciones dramáticas de Chile, como, por ejemplo, “Buscando a Frida”, versión hispana que se hizo para Telemundo (Estados Unidos) de la recordada “¿Dónde está Elisa?”. Ahí llevó a cabo el papel que en nuestro país hizo Francisco Melo.
Este 2025, Santamarina ha sobresalido en la versión azteca de “Juegos de Poder”, que realiza Televisa-Univisión (canal de Las Estrellas) con gran éxito y en donde él personifica el rol que acá en Chile desarrolló Álvaro Rudolphy.
Bajo el título de “Juegos de Amor y Poder”, la telenovela ha tenido altos niveles de audiencia en México durante este primer semestre, la misma que se centra en un candidato a la Presidencia de la República a quien la vida le cambia luego de que uno de sus hijos protagonizara, bajo la influencia de alcohol y drogas, un accidente en donde termina atropellando a dos hermanos, uno de los cuales muere.
La calidad de los guiones en Chile
En medio de su trabajo en Ciudad de México, Eduardo Santamarina comparte con Fotech.cl y habla sobre el hecho de haber estado en productos originales chilenos en el último tiempo: “¡Qué historias escriben los chilenos! Son guiones hermosos. Yo he tenido la dicha y fortuna de estar en dos proyectos chilenos espectaculares”, destacando que “con ‘Buscando a Frida’ hasta ganamos un Emmy, por haber sido el proyecto de habla hispana con mayor audiencia en Estados Unidos… para que vean estos chilenos cómo se las gastan (ríe)”.
Consultado por la posible razón a la cual se debe que los guiones chilenos triunfen en el extranjero, en especial ahora el de “Juegos de Poder” (original de Luis Ponce de 2019), Eduardo Santamarina responde que “yo destaco que son personajes de carne y hueso, que no hay malos ni buenos, sino que personajes con virtudes y defectos, con carácter… yo creo que ese es el gran acierto de esta historia”.
El galán mexicano sintetiza que “hay que felicitar a los chilenos porque hacen unas historias muy buenas y escriben padrísimo, y ese es el protagonista de una historia, el libreto. Eso es lo más importante”.
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