Hay decisiones que, por duras que parezcan, hay que tomarlas si aquello es un descanso para la mente y el espíritu. Eso es justamente lo que hizo Jordi Castell, al confesar públicamente la relación que desde ahora tendrá con sus seres cercanos y familia.
La oportunidad de hacer expresa esa personal medida fue a través de un live de Instagram, en el que dejó claras las razones que lo llevaron a ello.
“Voy a hacer un par de confesiones que quizás ni le van a gustar a ustedes, pero tengo que hacerlo…” comenzó diciendo el fotógrafo. “Para nadie es sorpresa, yo me separé hace un tiempo (de Juan Pablo Montt) y cuando uno toma decisiones drásticas, que quizás van a dar un giro en la vida, también tiene que ver con una revisión. La forma más compleja de avanzar y tener bienestar es conocerse y convivir con uno mismo”, explicó sobre “evitar a las personas que sentía que me tiraban para abajo”, especificó.
De acuerdo con su explicación, la resolución tuvo que ver con una suerte de salvavidas de su integridad mental y sicológica, y estar lejos de “un tipo de vida que no me gustaba y que era estar escuchando gente que habla de cosas negativas, pesimistas, fatalismo y que conectan las cosas que muestran en televisión abierta, con las cosas exageradas con la que conecto ni comparto”, dijo el comunicador sobre aquellas personas tóxicas, en las que incluye a su propia familia, en un tiempo en que el que también ha sufrido la muerte de su abuela.
“Hubo un antes y un después en mi vida, y decidí limpiar y sacarme los pesos de la espalda, a dejar de ver gente por compromiso, a evitar personas que sentía que me tiraban para abajo, que me aplastaban. Y el año pasado me separé. Me dije: ‘Ahora es el momento’”, explicó.
En ese trance, lo primero que hizo el fotógrafo fue hablar con su “santa” madre y explicarle las razones de su determinación. “Hay ciertas personas de mi familia que no quise ver más y si hay alguien de mi familia viéndome, les pido perdón por nunca haber llamado y nunca más haber ido a sentarme a la mesa”, reconoció.