Uno de los últimos trabajos de esta joven actriz fue su rol de Rocío Poblete, la secretaria de “La Ofis“ de Canal 13, versión local de la serie inglesa The Office, cuya producción no pasó desapercibida en nuestro país a raíz de las polémicas por su horario. Nathalia Aragonese nos cuenta como fue ser parte de la serie y además nos habla de sus nuevos proyectos.
¿Cómo llegaste a la televisión?
Paradójicamente, no tuve que superar ningún proceso de casting. Había recientemente egresado de la escuela de Fernando González, estaba cursando un diplomado en la Universidad Católica y concentrada en hacer teatro, cuando me llama Elba Alarcón de Canal 13 para ofrecerme una pequeña participación dentro de la teleserie “Hippie”. Ella al parecer había visto algún trabajo de mi curso en la escuela, yo daba con el casting de lo que necesitaban en ese momento y se puso en contacto conmigo. Me pareció una instancia oportuna para explorar otro lenguaje, una participación pequeña en la que pude explorar un formato que no conocía. Eso fue lo primero que hice y poco después me integré al elenco de “Gatas y Tuercas” con un personaje que entraba a participar de una de las historias de la teleserie ya avanzada, pero una vez que lo empecé a desarrollar fue adquiriendo facetas muy entretenidas, cierta locura bastante atractiva, que le fue dando mayor importancia dramática y de comenzar siendo un personaje pequeño y esporádico pasó a ser un rol clave para el desarrollo de esa historia de la serie.
El año pasado estuviste en La Ofis. ¿Cómo fue la experiencia?
Fue bien especial y enriquecedora. Desde un principio se buscó una gran calidad en términos generales, desde la rigurosa selección del elenco hasta el último día del rodaje. Ser parte de algo así es un lujo. Era un proyecto probado en otros países, con una línea de humor que en Chile habría andado bien, era una apuesta arriesgada pero con todas las de ganar. Sin embargo, y en esto mi opinión es la de un espectador común, se le dio poco y nada de espacio en la programación del canal, poca difusión, etc. Y la adaptación de los guiones, la dirección, el montaje, el trabajo actoral, estaban realizados con un nivel de rigor y profesionalismo que merecía otro trato.
Ciertamente se criticó el horario de emisión, incluso algunos seguidores se manifestaron fuera de Canal 13. ¿Qué te parecieron esas reacciones?
Es lo que te comentaba anteriormente, el horario era pésimo, ni siquiera yo lograba esperarla despierta. Aun así, cuando supe de la manifestación me sorprendí, lo encontré muy curioso por decirlo de alguna manera, pero a la vez comprendía la impotencia de los espectadores de no tener a quien reclamarle o a quien sugerirle un mejor trato para una serie que a ellos les parecía necesaria. Pero ir ciegamente hasta las puertas del canal, e incluso hacer cadenas a través de Facebook para expresar su molestia… nunca había sabido de algo así. Lo que sí creo, es que habría sido otro el resultado de audiencia si el canal hubiese implementado las estrategias de difusión que ellos conocen mejor que nadie.
¿Grabaron una segunda temporada o sólo se concentraron en los capítulos del primer ciclo?
Grabamos una temporada completa y eso fue lo que salió al aire.
Luis Gnecco dijo que pese a la buena crítica, la producción no seguiría porque al canal no le habría gustado. ¿Cómo tomas esa situación?
Me parece que lamentablemente es acorde a los intereses de un canal de televisión en que priman los porcentajes y la amplia mayoría, sin reparar en las características del proyecto. Eso es triste porque independiente al proyecto “La Ofis”, suele suceder que quedan fuera de la parrilla programática de los canales, proyectos que audiovisual o ideológicamente podrían ser un aporte en el medio de comunicación con más audiencia de este país, que es la televisión, pero que no tiene cabida por distintos motivos. Yo creo que así es imposible diversificar y elevar el nivel de de la televisión en Chile. Al margen de que no estoy de acuerdo con que en este país se gaste tanto tiempo en ver tele, si va a ser así, que por lo menos al encender el aparato la gente tenga la opción de elegir entre programas interesantes, ya sean ficción, documentales o informativos, etc., pero que por favor tengan mayores contenidos y profundidades.
Anteriormente habías participado en Floribella, otra adaptación. ¿Qué opinas de este fenómeno de seguir apostando por versiones locales de producciones ya probadas?
Creo que no siempre una producción va a ser exitosa aquí por haberlo sido en otra parte. Deben darse varios factores. Pero suele ocurrir que en este género las temáticas son bastante universales y me parecerá siempre bueno que se haga de todo, que se emitan teleseries extranjeras, que se hagan versiones y que se gestione lo que más se pueda. Finalmente en la diversidad está la riqueza de las cosas, y por otro lado cada producción es una fuente de trabajo para mucha gente.
Luego de interpretar a Maya Fritzenwalden no te hemos vuelto a ver en teleseries. ¿No te han ofrecido participar en nuevas producciones?
Sí, pero me han coincidido con otros proyectos y se han topado los tiempos. Es algo que suele suceder en esta pega, a veces pasa que llega todo junto y hay que optar, y en otros momentos vives una gran sequía en términos de ofertas laborales.
¿Y ahora tienes nuevos proyectos televisivos?
Hasta el momento no he recibido ninguna oferta.
¿Y en teatro, estás en algún proyecto del que nos puedas contar?
Sí, estamos con un grupo trabajando en una obra que es un sueño personal bastante antiguo. Se trata de una adaptación de la novela “Una Novelita Lumpen” de Roberto Bolaño. Es un texto maravilloso que leí hace algunos años y que siempre quise llevar al teatro. Pero recién ahora está tomando forma. Es un proyecto que fue beneficiado por el segundo llamado del Fondart 2008, que va a dirigir Mario Horton, y a cargo de la dramaturgia y adaptación está Luis Barrales. El elenco está buenísimo, y estrenaremos durante el segundo semestre en Lastarria 90.
¿Y en Cine?
Hace poco terminé de rodar una película independiente dirigida por Antonia Lobos, una cineasta joven, que con esta obra realizó su primer largometraje de ficción. Ahí compartí elenco con Lorena Bosch, Matías Oviedo y Mario Horton. No tiene título definitivo aun. Es una historia sencilla y sensible, que cuenta una historia de una pareja joven que decide irse un fin de semana a la playa a analizar retrospectivamente su historia de amor. Están viviendo una crisis bastante especial, están evaluando profundamente la relación que han establecido en el tiempo, y reflexionando con respecto a la idea de soledad, a la idea de familia, de compañía, etc., son los dos católicos, y el peso de esta crisis se vuelve cada vez más terrible porque ella está en la fase terminal de un embarazo. Es un proyecto bastante personal, en el que desarrollamos el guión en conjunto la Directora, la guionista y los actores. Y que fue rodado de manera muy experimental, en base a mucha improvisación, lo cual lo volvió una experiencia actoral tremendamente desafiante y enriquecedora. La película es muy sensible, y significó trabajar con una serie de códigos y tiempos actorales exquisitos. Creo que el resultado, aunque no la he visto aun, va a ser muy interesante. O al menos eso espero.